capitulo 13

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Narra Martina.

-Asi me juró amor eterno, deje a mi linda Colombia por venirme con él a Lacock, el pueblo donde vivo... y miren ahora, tengo una hermosa hija, un buen trabajo, pero no al chico que me prometió amor eterno frente a medio pueblo- dice mi madre entre risas, claramente borracha.

Las charlas de mi madre eran muy divertidas. Ahora se toda la historia antes de nacer. La cosa pasó cuando mi padre viajó a Cartagena, Colombia donde vivía mi madre; tenían 17 años cuando eso, mi padre se enamoró perdidamente de ella y mi madre de él. Mi padre se trajo a vivir a Lacock a mi madre, dos años después hubo boda y una linda bebé llamada Martina, me tuvo cuando apenas ella tenía veinte años. Mi padre empezó a viajar constantemente para Manchester, las cosas con mi madre se perdieron luego de ¡16 años! de casados, mi padre encontró a Lucía, se volvió a enamorar, en realidad mi padre nunca le fue infiel a mi madre, bueno, no físicamente. El divorcio se dió tranquilo y para nada traumático para mí yo de catorce años, me quedé lo que restaba de año con mi madre y al año siguiente me fue a Manchester, ahí conocí a Jacob, Camila, Samuel, en ese orden. Mi tío Pablo que es el hermano de mi mama, papá de Matt, se vino con su familia. Mi madre se quedó en Lacock y allí formó su propia empresa.

En realidad, todos estaban borrachos, menos yo, claro.

-¡Coño que viva el amor!- dice mi madre- ¡Que viva Colombia! ¡Que viva Inglaterra!- suelto carcajadas por las ocurrencias de mi madre.

-Los hombres son lo peor- dice Camila

-Es hora de dormir- digo ya con los ojos dormilones.

-Mira, no viajamos casi dos horas para llegar acá y dormir temprano- dice Camila bastante cerca de Matt, más de lo que me gustaría.

-¿Por lo menos sabes dónde estamos?- digo burlandome de ella.

-Si, estamos en Fleetwood, en la casa de playa de tus padres- dice sonriendo victoriosa

-Oh claro que estamos en Fleetwood, Camila- digo sorprendida por su acertada respuesta.

Fue una larga noche, divertida, familiar y muy bonita, hace mucho no me reía así, hace mucho no tomaba, bueno no es como si lo hiciera de seguido antes, pero desde la fiesta de Camila que no probaba ni respiraba alcohol; por otro lado, ya estaba cansada, de reír y haber jugado tanto en la playa, era tarde y quería dormir pero todos seguían negándose a hacerme caso. Casi a las tres de la mañana, mi madre se va a dormir al igual que nosotros. Como pudieron, Matt y Camí se ayudaron a subir. Yo estaba lidiando con Samuel que no paraba de decir burradas.

-Matt, somos los más afortunados, mira, convivimos con chicas tan hermosas- dice Samuel cuando ya lo estoy dejando sobre la cama- no tienen porque irse, vengan duerman con nosotras. Son las mejores amigas que he tenido... mejor aún, como hermanas.

Me da un abrazo tierno y yo se lo devuelvo. Me toma de las mejillas para que lo mire y sonríe, yo le devuelvo la sonrisa con ternura, de verdad era muy chistoso verlo borracho.

De la nada, presiona más mis cachetes y me pega a su boca, me da un beso y  lo sigo por un momento luego me aparto bruscamente, solo no me lo creo.

-Estas borracho- me suelto de él.

Lo más pronto posible salgo de allí. Camila camina de un lado a otro hasta buscar su cama, yo me acuesto, no borracha, pero si un poco mareada. No me lo creía, bueno, está borracho, se que en su sano juicio nunca lo hubiera hecho. Él está saliendo con Kiara, y la quiere. Pero los tragos le pesaron. Es hora de dormir. Ya, no fue cosa de el otro mundo. El mismo lo dijo antes de besarme, somos las mejores amigas... casi hermanas.

(...)

Me despierto algo tarde, Camila no está en la otra cama y creo saber dónde anda, por sospecha, voy al cuarto de los chicos, claro allá estaba mi amiga en la cama de Matt, gracias a Dios con ropa.

-Cami- digo moviéndola de un lado a otro- baja que vamos a desayunar.

-Ya voy.

Afuera ya están los chicos y mi madre desayunando. Mis mejillas se ponen Rojas de solo ver a Samuel.

-Hola cariño- dice mi madre mientras pone otro plato de comida para mí.

-Hola madre, hola chicos- digo sentándome al lado de Matt y mi madre.

-Hola Mar- dicen al unisonido.

Desayunamos en silencio hasta que Camila bajó y nos saludo a todos.

-¿Buena noche Matthew?- digo mirando pícaramente a mi amiga.

-Ehm si, muy buena- le da una mirada insinuante a Cami.

-¡Que asco!- dice Samuel riendo- ¡Yo estaba en el mismo cuarto!

-¡Matthew!- mi madre empieza a reir a carcajadas.

-¿Que? ¡No pasó nada!- dice Camila avergonzada.

-Es verdad, somos amigos- dice Matt serio por la situación- no me digan por mi nombre completo, bobas.

-¿Boba? Respetame, que soy tu tia- dice mi madre mientras le tira un pedazo de Wafle por la cara.

-Lo siento- dice el riendo.

Al rato nos fuimos esta vez para el centro. Caminamos mientras cada quien compraba lo que le llamara la atención. Yo por mi lado trataba de evitar a Samuel a toda costa, como si de verdad fuera cosa de el otro mundo. Eso no debía incomodarme, el estaba borracho y no sabía lo que hacía, fue un error.

-¿Estás bien?- dice Samuel pasando su mano por mis hombros-¿Estás enojada por lo de ayer? Es decir, porque me puse todo borracho.

-¿No te acuerdas de lo que hiciste antes de dormir?- digo sorprendida.

-¿De qué hablas?

Bien, no se acuerda.

Tan perfecta (TP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora