Capitulo 18.

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Narra Samuel.

Dos semanas. Esto no tenía que ser así. Todo por mi tonta bocota. En realidad, no quería herir a Martina de esa forma, ella es mi amiga y la quiero mucho pero creo que me deje llevar terrible por la situación. Cada quien iba por su lado, a excepción de Matt y Camila que parecían siameses.

Pero Martina, a ella se le veía distante de todos, incluso de Camila. Tal vez su padre prohibió el habla con nosotros, pero estoy seguro de que no es eso, su padre se lo ha prohibido un millón de veces y seguimos igual. Nuevamente parece un robot, que solo se preocupa por sus calificaciones. Su mirada era neutra, no sonreía, solo estaba allí, en la clases, hablaba en un tono serio. Antes también era sería pero se le notaba la viveza en la voz. Parecía absorta de la realidad, ni siquiera cuando Jacob anda cerca. Es como si su cuerpo estuviera con nosotros, pero su espíritu no.

Todo era muy incómodo. No era normal ver a los cuatro así de separados. Todo por mi culpa, realmente me sentía mal, muy mal. Martina no salía por las tardes, seguro es por el castigo. Las cosas con Kiara me estaban aburriendo, ella era una celosa, psicópata que me seguí a  todos lados. Bueno, quizás exagero un poco, pero ese no era mi estilo.

-¡Camila!- le grito cuando la veo por los pasillos. Ella se gira y me dedica una sonrisa.

-Samuel...- su voz era suave.

-¿Cómo has estado?- y la mía penosa.

-Bien... Supongo.

-¿Sabes algo de Martina?

-No mucho, su padre la ha castigado durante un mes. Le ha prohibido las visitas, no hablamos  hace mucho- se encoge de hombros cuando Matt la llama queriendo decir que se tiene que ir.

-Vale.

La idea de ir fue de Camila. La de destrozar todo fue de Martina. Pero nosotros las apoyamos al cien esa noche. Por lo tanto es culpa de todos. No como dije aquella noche, que la culpa era solo de Martina.

Tenía que hablar con ella hoy, nada me lo impediría.

-¡Samuel!.

Carajo.

-Kiara... hola- digo sin ánimos.

-¿Cómo está el novio más lindo?- su voz era entusiasta.

N
O
V
I
O

Kiara me dijo novio. Cuando ni siquiera se lo había propuesto. Eso es lo que no me gusta, que se monten en el bus que no es.

-Novio- por poco y me río de ella, pero no soy tan patán.

-Lo siento, solo que a veces yo... ¿Qué piensas hacer hoy?- ya se para donde iba esto.

-Voy a salir con mi hermana- miento.

-Oh, genial ¿Puedo acompañarlos?- me toma de la mano.

-Está bien, paso por ti a las seis. Nos vemos, tengo clase de química- me despido con un breve beso.

Genial, ahora no podía ir donde Martina porque saldré con mi hermana y Kiara. Felicidades Samuel, ya tienes diecinueve años y no sabes decir un simple "no". 

No sé ni qué carajos pensar. Los días no están buenos ni malos, son solo días. Jamás creí extrañar tanto a mis amigos, aunque estuviéramos en el mismo instituto.

Ahora, estoy calentando para el entrenamiento de fútbol americano. Espero y esta vez el entrenador no me regañe por estar distraído. Seguro, en la otra cancha, está Martina, entrenando para el partido de fútbol de mañana. En realidad era buena, le gustaba eso, bueno, ella es buena para muchas cosas, como el baile, tocar instrumentos, el colegio y el fútbol, claro.

(...)

-Vamos Fer- le suplico a mi hermana de 10 años- te llevaré a todos los juegos que quieras y te comprare helado. Lo juro.

-Me utilizas de carnada para las chicas- su voz dulce ahora parece enojada.

-No lo hago, mira, tu más que nadie vas a salir beneficiada. Entonces ¿Quieres o no tu helado?- si con esto no la convencía, iría solo con Kiara.

-Está bien, me voy a bañar- sale corriendo para su cuarto.

Interés cuanto vales.

Al rato ya estamos con Kiara en la ciudad de hierro. Un lugar para venir con tus hijos, novia, esposa o amigos. Yo no venía con ninguno de ellos, solo era Kiara y mi hermana. Kiara estaba notando mi mal humor, por lo que ella me lo copió. Genial, ahora ambos de mal humor, falta que Fernanda también se ponga así. Ella solo me peleaba porque quería más helado, y no le seguiría la pelea, simplemente le compraría su helado, contra ella nadie.

-Tienes una hermana hermosa- dice ya más calmada Kiara a mi lado.

-Lo sé- digo sonriendo y ella esbosa un sonrisa de vuelta.

-Dime la verdad Samuel, ¿No quieres estar en algo serio conmigo verdad? Porque yo ahora sólo te busco por sexo... no es como antes- Kiara mueve sus pies que están flotando por la altura de la banca.

-Coincidir de esa forma es hermoso, Kiara, ¿Dejamos las cosas así?.

-Es mejor, Samuel, por última vez, te espero en mi casa a las 10, mis padres no están.

Oh, Kiara, por un momento pensé que estabas mega ilusiónada conmigo. Menos mal y me encuentro contigo ahora mismo besando tus ricos labios.

Empiezo a bajar sus bragas y besar sus pechos. Ella gime en cuanto jalo uno de ellos con mis labios, hago el mismo proceso con el otro. Bajo mi boca hasta su vagina  y meto mi lengua haciendo círculos, chupo, beso y lambo.

-Joder- Kiara se estremece debajo de mí.

-Pidelo Kiara, vamos, dilo- mi voz suena agitada.

-Carajo Samuel, quiero... ah, que me la metas- su voz está cortada de placer.

Mis dedos viajan hasta su vagina que ahora está húmeda y meto uno de ellos trazando círculos.

-Ah- jadea Kiara cuando siente mi dedo.

Me quito la ropa por completo y dejo ver mi pene erecto. Kiara está debajo mío cuando la penetro, una y otra vez, acelerando el ritmo de las embestidas. Luego ella se corre al mismo tiempo que yo, sus piernas flaquean, yo me quedo un rato dentro de ella mientras me vengo por completo.

-Gracias, nena- beso su frente y ambos caemos dormidos.

Me iba hacer falta esto de ella.

Tan perfecta (TP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora