Weird boys (MALEC)

Capítulo 8

- ¿Puedo verla? –Preguntó Magnus junto al oído de Alec cuando éste se encontraba estudiando atentamente el libro Gris; el ojiazul se sobresaltó y casi cae de la cama. Magnus rió mirándolo divertido–. Lo siento, no quería asustarte.

Alec se sonrojó hasta las orejas.

-No me has asustado.

-Bien –Magnus se sentó junto al Nefilim–-. ¿Puedo verla? –Preguntó de nuevo, Alec lo miró sin entender y Magnus sonrió por lo despistado que era el chico–. Tu runa, mamá me ha contado que hoy has tenido tu ceremonia de primera runa.

-Bueno no fue una ceremonia común –dijo Alec mientras se levantaba la manga de su camisa–. Sólo que Jace ha creado una celebración para que fuera algo especial –Magnus sonrió de lado, Alec asintió con fervor–. Me gustó mucho –el ojiazul extendió su brazo y mostró la pequeña runa en el blancuzco brazo.

- ¿Te dolió mucho? –Preguntó preocupado.

-Un poco pero Jace dijo que es normal las primeras veces.

Magnus sonrió abiertamente y le acarició el brazo a Alec, allí donde tenía su runa.

-Es muy bonita, así que ahora eres todo un guerrero.

Alec sonrió.

-Sí, ahora podré defenderlos a ustedes de cualquier peligro.

Magnus le acarició la mejilla.

-Aun así, debes tener mucho cuidado Alexander ¿lo entiendes?

El ojiazul frunció profundamente el ceño.

-No tienes por qué preocuparte por mí.

Magnus reía mientras negaba.

-Alexander, yo siempre me voy a preocupar por ti, no importa lo que pase.

Alec se sonrojó hasta las orejas.

- ¿Así que lo de ayer no fue un error?

Magnus parpadeó rápidamente.

- ¿Un error? ¿A qué te refieres?

-Me refiero al beso...

-Sé que te refieres

-Entonces...

-Lo que no entiendo es la parte del error, Alexander Lightwood ¿de verdad crees que yo me arrepentiría de besarte?

El ojiazul se removió incómodo.

-Pues la verdad... no lo sé, es que luego no te vi y...

-Definitivamente eres un Nefilim tan estúpido –Magnus rodó los ojos y abrazó a Alec contra sí mismo–. Me gustas Alexander y ese beso me ha encantado, te lo di porque quería y tú me lo correspondiste por la misma razón ¿verdad?

- ¡Por supuesto que sí! –Dijo Alec con más entusiasmo del que quería demostrar–. ¡Yo siempre había soñado con besarte! –De repente Alec palideció antes de sonrojarse completamente al darse cuenta de lo que había dicho–. Esto... es decir... bueno yo no... es que la verdad... es que... bueno.