Recostada en su cama y cubriendo su rostro con ambas manos, Ámbar trataba de ordenar sus alborotados pensamientos.
Estaba tan confundida, pero no debería de estarlo.
No debería estar dudando de esa forma.
No debería.
Ella simplemente tenía que confiar.
Incluso cuando antes le pareció buena idea seguir con aquel plan...ahora dudaba de que tan bien planeado estaba.
No debía de pensar eso...si su madrina se enterará que Ámbar estaba dudando de ella...
Si se enterara...
...Pero su madrina no estaba ahí.
No estaba ahí con ella.
Ámbar gruño por lo bajo recordando a su madrina. Se volteo, abrazó la almohada y presiono su rostro contra ésta.
De pronto recordó a Luna quien la había llamado no hace más de un par de minutos.
No quería bajar, no quería ver a todas aquellas personas, ni a Mónica ni a Miguel, tampoco a Alfredo ni mucho menos a Luna.
Luna Valente.
Sol Benson.
La rubia apretó la almohada en sus manos y rio levemente de forma ácida ante la ironía.
El nombre de la pequeña solo traía un ciclo de algo que ni ella misma podía comprender. Aun.
Luna era sobrina de su madrina, entonces recordaba como su el único miembro de su familia la había utilizado. Al final de aquellos recuerdos terminaba hiperventilando, con su respiración agitada y con su corazón latiendo como loco al recordar todas aquellas mentiras.
Justo como ahora. Justo como hace 3 minutos cuando lanzó aquella almohada para dejar de escuchar a Luna.
Era en momentos como esos en los que deseaba tener a alguien a su lado. En aquel estado tan deplorable deseaba que alguien la sujetara, que le dijera que todo estaría bien.
Eso no iba a ocurrir.
Ámbar lo sabía muy bien y aun así tenia malditas esperanzas de que ocurriera. Nadie la sujetaría, nadie estaría ahí para ella, nadie le tendería la mano, así que tenía que levantarse sola.
Y eso hizo.
Aunque le costara horrores, logró calmar su respiración. Pero después de aquel episodio se sentía...vacía.
Sin importarle aquel sentimiento de vacío se levantó, dispuesta a bajar con los Valente y con Alfredo. Antes de salir del cuarto tomo sus confiables patines, planeaba despejarse un poco en el parque.
Antes de entrar a la cocina dejo aquellos patines en la sala, su madrina se habría enfurecido por dejarlos encima del sillón, pero ahora ella no estaba así que, ¿Qué importaba?
La familia ya estaba reunida, de hecho todos estaban en la mesa disfrutando del almuerzo, Tino y Cato platicaban animadamente, Amanda en ocasiones negaba con la cabeza, divertida internamente por la plática. Alfredo, Miguel y Monica platicaban, Luna estaba al lado de ellos, picando su comida con los cubiertos. De pronto escucharon el inconfundible sonido de los tacones.
Luna levantó la vista, fijándola en la entrada. Ámbar entró caminando con aquella elegancia que la caracterizaba.
La rubia los observó, seguían comiendo en la cocina, aunque ahora ellos eran prácticamente los dueños de la casa y podían comer en el comedor.
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Lo mejor de mí || Lumbar ||
Fanfiction«Tú me diste lo mejor de ti, y ahora yo te daré lo mejor de mí.» Después de la Roda Fest y de la traición de Ámbar, todo cambió para Luna y los chicos. El equipo del Jam&Roller fue reemplazado por el nuevo equipo de los RedSharks y tendrán que hacer...