Lo mejor de mí || Lumbar ||

08.-Una nueva oportunidad

(Vean el video, está lindo <3)

Solo Matteo había reaccionado a aquella propuesta, los demás se tomaban su tiempo procesando la información, pero cuando lo hicieron las preguntas llenaron el lugar.

—Wow, ¿qué? Espera un momento.—Intervino Juliana.

—¿Contratos?—Preguntó Pedro escéptico.

—¿No crees que eso es muy...innecesario, tío?—

—¿Innecesario? Para nada, es solo un contrato de seis meses, no es para tanto.—Respondió Gary, restándole importancia.—Además...—Hizo una pausa, como si lo que estuviera a punto de decir fuera el último argumento para convencer a los demás.— Mis redsharks ya han firmado, solo faltan ustedes, Jam & Roller.—

Inmediatamente todas las miradas se posaron en Ámbar quien permanecía inmutable junto a Gary. Emilia bajo la cabeza mientras soltaba una carcajada al darse cuenta de cómo miraban a la chica.

Lucían tan traicionados.

—No, no, y no. Esto es imposible, ¿Cómo nos quieres hacer firmar un contrato? Ni siquiera firmamos un contrato cuando vidia puso las cámaras.— (¿o lo hicieron?)

—Esto es diferente, Simón.—

—Pero razón no le falta. No puedes hacerlos firmar un contrato, los redsharks serán tuyos y todo lo que quieras, pero el equipo del Jam & Roller son míos.—Termino Juliana con mortal seguridad.

Los chicos casi sonrieron con la ferocidad con la que aquella mujer los protegía.

—Juliana.—Dijo lentamente el hombre.—El equipo del Jam & Roller ya no existe.—Hizo énfasis en las últimas tres palabras.

La entrenadora ya no pudo replicar ante esto. Era cierto. Después del fracaso del J&R, Gary había convencido a todos en vidia de que él podía devolverles la fama que habían perdido, y por consiguiente, podía darles más ganancias. Así que le dieron aún más libertad a Gary, demasiada.

—Si quieren seguir compitiendo, si quieren seguir ganando...—Al decir esto volteo a ver a Ramiro, éste quito su mirada con enojo.—...Tendrán que firmar el contrato.—

—Tu equipo no está completo, solo tienes cinco integrantes. Necesitas de mi equipo.—

—¿A qué viene eso?—Pregunto él ante la repentina declaración.—No me es indispensable ninguno de ustedes, puedo encontrar a otros patinadores dispuestos a comprometerse.—

—Encontraras a tooodos los patinadores comprometidos que quieras, pero ninguno tan talentoso como mis chicos y lo sabes.—Los chicos miraron a Juliana, parecía que ella tenia un plan.

—...Parece que quieres llegar a un acuerdo...Si es así, estoy dispuesto a escucharte ¿Te gustaría discutirlo conmigo en privado?—Sugirió Gary, después comenzó a caminar lejos de todos.

—Chicos.—La entrenadora se dirigió inmediatamente hacia sus integrantes.—Esperen aquí, yo arreglare todo este embrollo, no tienen que preocuparse.—Dijo con aquel tono maternal que pocas veces se le escuchaba.