Lo mejor de mí || Lumbar ||

03.-Merecido

(Literalmente en algunos párrafos he metido algunos spoilers xd las ventajas de la narración en tercera persona xddd)

Solo un minuto.

Un maldito minuto paso antes de que la heredera abriera su boca.

Y fue una simple pregunta. Una pregunta inocente que no llevaba consigo ninguna clase de maldad o doble intención.

Pero fue suficiente para Ámbar.

El viaje había continuado bien, el ambiente era tenso e incómodo, pero faltaba poco para que llegaran al parque. Faltaba muy poco, muy poco, y entonces a Luna se le ocurrió soltar la mejor pregunta que llegó a su mente.

—¿Te encuentras bien?—Escuchó Ámbar a su lado. Escuchó el tono preocupado de Luna. Aquella era la primera interacción entre ambas desde el viaje y no iba a terminar nada bien.

Fue como si alguien hubiera presionado un botón de encendido en Ámbar, ésta volteo casi violentamente encarando a Luna quien se sobresaltó ante la feroz mirada de la mayor. Luna siempre había hablado demás, incluso había hablado cuando no se lo requería, pero nunca antes se había arrepentido tanto de abrir la boca como ahora.

—¿Qué diablos quieres decir con eso?—Preguntó, o más bien gruño a la otra. Ésta inconscientemente se pegó contra la pared del auto.

Ahí, observando aquellos ojos que parecían querer matarla, lo entendió. No era que Ámbar no expresara ningún tipo de sentimiento esa mañana porque no sintiera nada, sino porque había estado guardándolo todo. Como una pequeña pelota siendo inflada sin parar, en algún momento llegaría a su límite y explotaría. Y sin saberlo Luna había sobrepasado ese límite.

—"¿Te encuentras bien?"—Repitió la pregunta que parecía haberla ofendido de sobremanera.—¡Por supuesto que estoy bien! Mi familia me abandonó después de usarme y jugar conmigo como una maldita muñeca para sus estúpidos propósitos. ¿Por qué piensas que estaría mal?—

La menor sintió como el nerviosismo comenzaba a traicionarla, no era la primera vez que discutía con Ámbar, pero era la primera vez que la veía tan alterada y fuera de si misma.

Luna levantó sus manos, como en señal de paz.—Lo siento mucho, no quería molestarte con un tema tan sensible.—

—¿Tema sensible, para quién?—Pregunto sarcásticamente la otra.

—Solo pregunte si estabas bien, no necesitas ser tan cruel.—

—Oh, ¿crees que eso es ser cruel?—Le sonrió, la sonrisa más forzada y sarcástica que Luna había visto.—Tú sabes perfectamente lo que es ser cruel.—Luna trago saliva nerviosamente al ver la encolerizada expresión de la rubia.

No quería seguir con aquello, sentía que sus manos temblaban y tenía que mantenerlas en su regazo para que no se notara. Aun así no podía quitar su mirada de la ajena, no debía.

—De todas formas...— Ámbar entonces dejo de mirarla, extrañamente volteo su rostro, como si no hubiera pasado nada, siguió mirando por la ventana.—...metete en tus propios asuntos, señorita Benson.—Hizo énfasis en su apellido, algo que hizo que el corazón de Luna se detuviera.—No soy yo por quien deberías preocuparte ¿Te has visto en el espejo? Te ves tan horrible como el infierno.—

—Ok, Ámbar, ya basta.—Bien, Luna también comenzaba a molestarse ¿Estaba burlándose de ella? ¿Por qué le recordaba aquello?—No es mi culpa, ¿bien? Todo esto es demasiado para mí, no es fácil saber de un día para otro que en realidad eres otra persona. Nunca lo entenderías—