No importaba cuantas veces se lo repitiera a sí misma, aquella Mansión no se sentía como su hogar.
Ella sabía que solo era temporal, que pronto todas sus dudas y opuestos sentimientos se esfumarían con el paso del tiempo. Pero ahora mismo no podía soportar estar ahí, en ese lugar donde se sentía llena de culpa.
Así que decidió hacer lo más sensato y pasar tiempo fuera de su casa. Había bajado a la cocina, con sus padres porque estaba muerta de hambre, después de hablarles un poco acerca de su situación con Ámbar se retiró. Esperaba no encontrársela en el J&R, pues, por lo que le habían comunicado sus padres, ¿Qué mejor lugar que ese para ir a patinar?
De esa forma emprendió su camino hacia el roller. Tino se ofreció en llevarla pero ella rechazo la oferta.
Ahora entendía porque a Ámbar le gustaba tanto patinar por aquellos rumbos.
Ya en el roller la chica entro con una sonrisa, la cual no duro mucho pues vio a los integrantes de la roller band con caras largas y semblante molesto.
Sentados en un sillón se encontraban Jim y Yam acompañando a Nina. Las tres con expresiones muy serias para su agrado.
—Chicos...—Se acercó a Pedro y Nico quienes limpiaban de mala gana una mesa.—¿Qué ocurre?—
Ambos se miraron entre sí, después volvieron su mirada a ella. Pedro estaba a punto de hablar cuando la voz de Gary lo interrumpió.
—Pedro, Nico.—Los llamo, éstos voltearon con desgano.—¿Por qué no están usando sus uniformes, no se dan cuenta de lo bien que se ven con ellos puestos? Solo vayan a echarle un vistazo a Simón.—Señalo tras de sí, con su dedo pulgar, hacia los camerinos.
Ambos jóvenes suspiraron por lo bajo y pasaron a su lado. Juliana llego después con cara de pocos amigos.
—No puedes obligarlos así de repente a usar ese uniforme.—
—Pero no fue de repente.—Replico—Claramente advertí que usarían uniforme desde que puse un pie en el roller.—
Juliana suspiro y fue a la barra. Gary regreso a donde probablemente estaban los chicos.
Mientras tanto la castaña fue a sentarse en uno de los cojines que estaban cerca de las paredes. Se quedó ahí hasta que vio cómo su mejor amigo entraba a la cafetería.
—¡Luna!—Exclamó Simón en cuanto vio a la menor. Ésta se levantó y extendió sus brazos. Él, contento de verla, la rodeo con los suyos. —¡Qué bueno verte por aquí, amiga!—
—¿Qué onda? ¿Qué está pasando?—Pregunto después de separarse. Vio lo que Simón tenia usaba y soltó una risita.—¿Qué es lo que llevas puesto?—
—Ah, no te burles.—Él se rio y dio una vuelta, modelando aquella camisa.—Es el nuevo uniforme de los redsharks.
—¿Nuevo?—
—Bueno, sí ¿no recuerdas que ya teníamos uno?—Y la miro con una sonrisa, él se sentó y ella imito su acción.—Ay, Luna, no sabes cuánto me alegro de verte.—
—¿Sí? ¿Por qué?—
—Eres mi mejor amiga.—Respondió como si fuera obvia la razón.—Y tu presencia me levanta los ánimos.
—Aww, Simón.—Le dio un pequeño abrazo.— Pero que ocurre, ¿por qué tú y los chicos tienen caras tan largas?—
Él suspiró antes de contestar.
—Gary volvió de su viaje. Lo hizo desde ayer, pero fue hoy cuando comenzó a dar las órdenes para que el Jam & Roller se volviera los "Redsharks".—Dijo algo molesto.—
Luna estaba a punto de hacer una broma, cuando Simón prosiguió con sus quejas.
—Solo vio a Ámbar y Emilia cruzar por esa puerta y comenzó a ser un pesado. Tal vez él esperaba a que todos estuvieran reunidos.—
—¿A qué te refieres con "todos"?—
—Los integrantes de los redsharks.—Respondió Simón con molestia. Aquel tema de verdad lo ponía de mal humor.
—¿Á-Ámbar es...parte de ellos?—Pregunto Luna casi con timidez.
Él hizo una mueca mientras asentía.
—Todo está hecho un alboroto. La neta estoy contentísimo de que hayas venido, pero no quería que vieras todo este desastre. Todos andamos inconformes con la decisión de Gary.—
Simón vio como la chica se quedaba callada, como si estuviera pensando muy bien sus palabras.
—La verdad, Simón, quería venir al roller porque este es mi segundo hogar, aquí me siento más segura ahora mismo.—
El joven la miro preocupado.
—¿Por qué dices eso, Luna? ¿Ocurrió algo?—
—Simón yo...no puedo sentirme bien en mi casa
Él se acomodó y se inclinó levemente hacia ella, escuchando atentamente cada palabra.
—En cada esquina, cada rincón, cada parte de la mansión me trae sentimientos confusos. Soy la heredera de la mansión...Simón... Es tan ironico...¿cómo es que el destino me puso de nuevo en la que fue mi hogar?—
—Bueno, tú lo dijiste, es el destino.—
—Y...la señora Sharon...se empeñó tanto en que no descubriera la verdad, hizo todo lo posible para ello...¡literalmente secuestro a su papá!, incluso le dijo a Ámbar que ella era Sol Benson... solo para quedarse con la fortuna.—Decía con algo de repulsión.
Luna se sentía exaltada, estaba al borde de decir su secreto, de confesar todo lo que le molestaba, no quería seguir callándoselo. Miro a Simón, quien la miraba con toda la atención y comprensión del mundo.
Estaba debatiéndose con ella misma. Su amigo podía verlo. Él no la quería presionar, él ya sabía que estaba muy presionada.
Pero al final, no pudo. No pudo decirle todo lo que sentía, las palabras simplemente se negaban a salir.
Luna bajó la mirada, avergonzada de sí misma y odiándose una vez más.
—Luna.—La llamó suavemente, después la tomó de sus hombros y ambos se miraron fijamente.—No te preocupes, está bien si ahora no puedes decírmelo, sabes bien que siempre voy a estar para ti. Cuando estés lista, yo estaré ahí para escucharte.—
Sus manos habían viajado hasta su rostro, con sus dedos pulgares quitaba las pequeñas lagrimas de sus ojos. Entonces ella lo abrazó. Simón la envolvió con sus brazos de forma protectora.
—Tranquila, princesa, estoy contigo.—Repetía con cariño. Las pequeñas lágrimas de la menor pararon poco a poco. Pasó un rato, seguía abrazando a Simón, sintiendo todo aquel tierno amor que el mayor le profesaba.
Era realmente afortunada de tener a Simón con ella. Él, quien nunca la iba a abandonar por nada del mundo.
—Luna.—Escucharon una voz que los hizo abrir los ojos. Los chicos se separaron y voltearon. Matteo paso la mirada sobre los dos, después se quedó fija en la chica.—¿Podemos hablar un momento?—
¿Saben algo? Ya no me interesa cuales sean las parejas que logren sobrevivir al final de la serie, solo espero que Luna y Simón estén juntos todo el tiempo y que nada ni nadie los separe ♥ Esa amistad es de las más bonitas que he visto (De más está decir que amé el final de la 2da temporada ♥)
(Apenas me di cuenta que este fanfic es un slow burn (más o menos lol), mi primer slow burn <3 xd :v voy a ponerlo en la descripción y en las etiquetas)
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Lo mejor de mí || Lumbar ||
Fanfiction«Tú me diste lo mejor de ti, y ahora yo te daré lo mejor de mí.» Después de la Roda Fest y de la traición de Ámbar, todo cambió para Luna y los chicos. El equipo del Jam&Roller fue reemplazado por el nuevo equipo de los RedSharks y tendrán que hacer...