Beautiful Green Eyes

Capítulo 16

Ashton me suelta la mano y se pasa las suyas por el pelo, desordenándoselo. Parece ansioso, asustado, pero ya no parece enfadado. Aprieta dos mechones de pelo entre sus puños y tira de ellos. Solo entonces me fijo en que está diciendo algo.

-Joder, joder, joder, joder...- Es lo único que dice.

Quiero acercarme a él y decirle algo, pero no sé el qué. ¿Y si está enfadado conmigo?

- A-Ash...

Sus ojos verdes miran hacia mí y vuelve a pasarse las manos por el pelo.

- ¿Qué... Que pasa?- Me crujo los dedos de la mano derecha en un gesto inconsciente y cruzo las muñecas por detrás de la cintura. Me he atrevido a preguntarle, y ahora estoy algo asustada de que Ash esté enfadado conmigo.

- ¿Que qué pasa?- Él me mira con la boca entreabierta, como si no se creyera que yo le pregunte eso.- ¡Joder, Jess! ¿Has visto la cara con la que estaba mirándote?- Aprieta la mano en un puño y la estampa en la pared, haciendo que esta vibre.

- Y...Yo...

- ¡Estaba comiéndote con los ojos, joder! ¡Maldito cerdo de...!- Se corta antes de terminar la frase y vuelve a pegar un puñetazo. Aprieta las dos manos y cierra los ojos, serenándose, o al menos intentándolo.

-¡Joder!- Vuelve a repetir.- Voy a entrar ahí y voy a matarlo, cerdo asqueroso... -Pega de nuevo un puñetazo, pero no creo que entre al salón de actos después de todo. Choca los nudillos de la otra mano en la pared y junta la frente en el lugar donde ha dado el golpe.

Le miro con una mezcla de tristeza por todo lo que acaba de pasar y preocupación por él. Se está haciendo daño. De un par de saltitos acorto la distancia entre él y yo intercepto su mano justo después del sexto puñetazo. La cojo con cuidado y masajeo sus nudillos, en un intento por que abra los dedos. Él abre los ojos y me mira con sus grandes ojos verdes. Sigo cogiendo su puño y con el dedo pulgar y el índice masajeo sus dedos.

- Ash, tranquilo. Ya está, estoy contigo, estoy bien.- Está tan nervioso y ansioso que me parece que no me escucha.

Alza un dedo tembloroso y me mete un mechón de pelo rebelde tras la oreja lentamente, para acariciarme la cara a la vuelta. Ahora lo único que reflejan sus ojos es tranquilidad, con un deje de preocupación, pero tranquilidad al fin y al cabo. Pero sigue sin abrir la mano. Frunce el ceño y baja la mirada durante un tiempo. Después vuelve a subirla. No me mires, por favor, no me mires, no...

- Jess, ¿por qué lloras?- Su voz de desconcierto y la mirada me hace derramar las lágrimas que llevaba escondiendo unos cuantos minutos.

- Yo... Es mi culpa.- Consigo pronunciar entre sollozos.- Si no le hubiese dicho eso a Michael no estaríamos aquí, y no habría conocido a Alec, ni hubiese pasado nada de esto, ni tú te habrías hecho daño ni...

Sus conocidas manos se desplazan hasta mi espalda y me abraza fuertemente, callando todas mis palabras. Escondo la cara en su pecho, ahogando mis sollozos y su boca se posa en mi pelo, dando un beso y hablándome con la voz del día en el que nos conocimos: tranquila y relajada, que hace que sienta que todo está bien y en su sitio.

-Sh, Jess. No llores. Estoy aquí, contigo, lo estuve y lo estaré siempre. ¿Vale? No quiero que se te olvide nunca que me tienes aquí, contigo. Nunca.- Su boca se mueve contra mi pelo, y lo único que hago es apretarle más fuertemente contra mí, en un abrazo demasiado fuerte y emocional para ser un abrazo “normal”.

Me separo tras unos buenos minutos de estar así, y me paso el dorso del brazo por la nariz y los ojos, limpiándome las lágrimas. Intento esbozar una sonrisa, pero solo me sale una mueca más falsa que ninguna cosa y trago saliva, y con la saliva mis sollozos.

- Ash, ¿puedo dormir contigo esta noche?