Capítulo 20

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Ashton no reacciona, o al menos no parece hacerlo. Simplemente agarra más fuerte el volante y sigue con el camino hacia la calle de las tiendas. Me mordisqueo el labio inferior con el diente de la parte derecha de la boca y tomo aire para preguntarle.

- ¿Quién es el afortunado?- Pregunta callando mis palabras. Su voz suena densa, como si estuviese entre nervioso y enfadado.

- James.- Dejo escapar su nombre en un susurro y le miro de reojo, viendo su reacción. O la vería, si la tuviese. Pero parece una estatua, solo que mueve de vez en cuando el volante hacia los lados.

- ¿James...?- Bien, ahora tengo que decirle el apellido. Y entonces no creo que sea tan complaciente. ¿Y si finjo que no me se el nombre? Ja, Jessamine, no te creerá, y si te cree, se pondrá en plan Michael Gordon Clifford y no te dejará ir. A veces odio a mi hermano cuando se pone en ese plan.

- South.- Alzo la mano rápidamente justo después de soltar su apellido y pulso el botón de la radio. 22, Taylor Swift. Parece que la radio quiere que esté de buen humor antes de cagarla del todo con Ashton.

Ash simplemente asiente y abre la boca para decir algo, pero simplemente canta junto a la rubia la canción. Escucho mientras me doy cuenta de que una pequeña y tonta sonrisa se va formando en mi cara; Ash tiene una voz bonita.

De pronto, baja la velocidad y me doy cuenta de que ya hemos llegado. Aparca frente al restaurante indio que hay enfrente de la tienda de vestidos y apaga la radio justo cuando la canción termina. Saca las llaves del contacto y se las mete en un bolsillo de sus ajustados pantalones negros. Abre la puerta y se baja; el coche se levanta un poco y le veo apoyarse en él, supongo que esperándome. Agarro la manija y tiro de ella para abrir la puerta, aún sin creerme que haya dejado pasar la oportunidad de echarme la bronca por aceptar una cita con James South. Siendo sincera, si no hubiese venido a mi habitación y me lo hubiesen dicho, que James South quería tener una cita conmigo, no habría aceptado. Pero claro, hubo algo, algo en sus ojos marrón aguado, en su flequillo castaño que se echaba sobre un ojo cuando sonreía tan nerviosamente. De modo que acepté, y recordé la irritante voz de Angela hablando con una de sus amigas del equipo de animadoras mientras arrastraba las vocales: ¿Que mal puede hacerte una cita? Ya te lo digo yo, nada.

A veces echo de menos a Angela. Después recuerdo lo mal que me trata, aunque para las citas y los chicos, ella era la mejor.

Llego a la altura de Ashton y él solo sonríe y me pasa el brazo por los hombros, mientras entramos a la tienda.

Solo entrar ya me alegra el día. Toneladas de vestidos, telas, lazos. Todo brillante, o todo mate, con tul, sin tul, horripilante, precioso. Una mujer de largo pelo negro y ojos marrones demasiado delineados con delineador negro y labios rosa pálido se acerca a mí vistiendo el uniforme de la tienda, una blusa negra y unos leggins de igual color.

- ¿Puedo ayudarte, amor?- Su sonrisa no tarda en hacerse presente, pero la forma en la que dijo amor me recordó demasiado a mi madre cuando fingía que yo le importaba. Por dios, ¿por qué me estoy acordando tanto de mi familia hoy? Sacudo un poco la cabeza para indicarle a la muchacha que de acuerdo, y también para despejar mi cerebro de pensamientos.- ¿Qué buscas?

Carraspeo un par de veces, para aclarar mi voz y no salga con la densidad característica de cuando estoy perdida en mis pensamientos.

- Un vestido... Tengo una cita esta noche.- Mis mejillas no tardan en tornarse del color de un tomate y ella solo sonríe más ampliamente.

- ¿Con aquel chico tan apuesto de allí?- Se acerca para cuchichearme, señalando a Ashton con la mirada.

Sigo la dirección de su mirada y me topo con los ojos verdes de Ash. Mis mejillas vuelven a tornarse de un rojo aún más fuerte y niego con la cabeza.

Beautiful Green EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora