Cuando me despierto, algo ha cambiado. A lo mejor es el hecho de que por primera vez no he tenido pesadillas de la cruel risa de Angela riendose de mí o de la voz exigente de mis padres regañandome. O quizás es simplemente que estoy tumbada sobre el pecho de Ashton y su brazo izquierdo descansa sobre mi pelo. O quizás, y solo quizás, que me está mirando con esos ojos bipolares suyos, que tienen un velo de sueño en ellos. Noto como mis mejillas se calientan notoriamente y ruedo sobre mí misma hasta caer al suelo, sobre la cama improvisada de Ashton. Su risa se abre paso en el silencio de la habitación y no puedo evitar que una sonrisa se escape de mis labios, mientras me pregunto a mí misma como alguien puede tener una risa tan bonita y tan contagiosa. Una mano y después su cara aparecen en mi campo de visión y ahí sigue él, sonriendo.
- Anda Jess, deja de hacer el tonto.
Sigo sonriendo tontamente y vergonzosamente, levantandome a duras penas. Él me echa un vistazo rápido y esboza una media sonrisa, semejante a una media luna. Me acerco a trompicones a la bolsa de mis compras que no recuerdo haber subido y la abro, examinando el contenido. Saco unos pantalones negros ceñidos y me incorporo algo sonrojada por lo que le voy a pedir.
- Eh... ¿Ashton?- Pregunto vacilante, si me niega lo que le tengo que pedir tendré que hacer un vergonzoso viaje a la habitación de Michael sin camiseta y no será demasiado bonito.
- Dime.- Así de simple, sin tono de cansancio que esconda un mensaje de 'Que quieres ahora, Jessamine.'
- ¿Me dejas una camiseta?- Giro mi cara hacia él para ver su expresión facial y le encuentro con una mirada divertida.
Abre el armario lentamente y rebusca entre las filas ordenadas de camisetas hasta encontrar una.
- Esta puede ser de tu talla.- Dice tirándomela, y yo la atrapo ágilmente con las yemas de los dedos.
Es una camiseta negra de tirantes gruesos de ACDC, con agujeros por la parte del cuello. Rebusco en la bolsa hasta encontrar los zapatos negros con plataforma que llevaba queriendo comprar desde el verano anterior y miro nerviosa a Ashton, intentando averiguar su próximo movimiento. Parece que me ve observarle y señala la puerta del baño con la cabeza.
- Entra, yo me visto aquí.-Ash señala los vaqueros y la camiseta que tiene encima de la cama y yo asiento mordisqueandome el labio inferior.
- Bueno... Vale.- Empujo la puerta del baño y deposito todo encima del váter como la noche anterior.
Me quito toda la ropa y me hago un nudo con el pelo, antes de meterme bajo la llovizna fría de la ducha, pensando en cómo puede alguna gente hacerse un lugar en mi corazón en tan poco tiempo. En eso que estoy pensando, recuerdo a Skye. Y recuerdo el día en el que la conocí.
-Flashback-
Habían pasado meses desde que empezó el curso y era la primera vez que me fijaba en la menuda chica de pelo rubio que había en mi clase. Tampoco había sido fácil reparar en ella, ya que siempre se sentaba en la esquina de atrás de clase que estaba más cerca de la puerta y cuando sonaba el timbre se encogía en su asiento y esperaba a que saliesen todos de clase para quedarse dibujando en su cuaderno de tapas duras. Aquel día esperé a que saliesen todos y me acerqué a ella, posando la mirada en su cuaderno y murmuré un 'es bonito' a su dibujo. En realidad, 'es bonito' no se correspondía para nada con la realidad, ya que el dibujo, de una niña pequeña sentada en un prado lleno de flores, superaba a todo. Ella me miró con sus ojos verde esmeralda, que estaban llenos de inseguridad, pero entreabrió sus labios y me susurró un 'Gracias'. Eso fue todo, hasta que nos pusieron juntas en una clase y me dí cuenta de los cortes que la manga de su camiseta de manga larga no podía ocultar. Desde entonces, me pregunté porque alguna gente con sonrisas tan bonitas estaba tan rota. Y la ayudé. Fuí pegando todos sus pedazos con momentos, la vez que salimos juntas a pasear, la vez que intentó a enseñarme a dibujar, la vez que dibujó mis ojos solo con una esquina de papel y un lápiz de color azul. Nos hicimos cada vez más cercanas y sin comerlo ni beberlo ella se convirtió en mi mejor amiga, en mi única salida de mi mundo de pesadilla. Y yo en la suya.
Termino de ducharme y me seco el cuerpo con mi camiseta rasgada, que seguía tirada en una esquina del baño. Me recojo el pelo en una coleta y me visto. Al verme en el espejo, me doy cuenta de que mis ojos azules y mis labios rosas resaltan más vestida de negro. Recojo la ropa de Ashton del suelo y salgo del baño, buscándolo con la mirada por todo el cuarto. Lo veo en una esquina, con una música suave saliendo del estéreo y él siguiendo el ritmo con un pie. Cuando alza la mirada y me ve, sonríe.
- Anda, dame.- Coje su ropa y la deja encima de la cama, dando un aspecto desordenado a la habitación.
Me meto las manos en los apretados bolsillos de los pantalones y esbozo una sonrisa.
- ¿Vamos a desayunar?
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Beautiful Green Eyes
Ficção AdolescenteJessamine Clifford tiene 15 y una plaza en el internado en el que su hermano lleva tanto tiempo. Los años han pasado, los hermanos se reencuentran. Y quizás, Jessamine también encuentre alguna que otra agradable sorpresa. Portada por: cxovers4u/XxBl...