- Angela.
- Así es. ¿Debería sentirme especial por saber que recuerdas mi nombre?- Volvemos a las andadas. Aunque no esté aquí, la perfecta Angela Clifford, con mis ojos azules y su cabello rubio, puede sacarme de mis casillas solo para darme un golpe, y estoy segura de que eso es lo que va a pasar.
- No. ¿Qué quieres?- Entro en modo casi catatónico, dejando que mis emociones y sentimientos huyan a los rincones más recónditos de mi mente.
- Bueno.- Su voz, con una pizca de acento sureño que nadie más de la familia tiene, suena divertida. Me la imagino, tumbada en su cama enrollando el cable blanco de su teléfono caro en un dedo mientras espera a que se le sequen las uñas pintadas de rosa chicle, a juego con su habitación.- Esperaba algo más bonito. Un buenos días, un hola guapa, o algo, ¿sabes, fea?
El arrastre de las vocales sumado con la palabra "fea" pronunciada con asco y desprecio hace que la luz que había en mi cabeza de intentar no ser grosera se apague. Porque mi mayor demonio tiene una bonita fachada y responde al nombre de Angela.
- No soy ninguno de tus ligues para saludarte así.- El desprecio se abre paso entre mis palabras junto con una mueca.
- ¿Quieres jugar, Jessamine?- Tras un silencio, su aguda voz vuelve a oírse, junto con una nota de amenaza.- Juguemos.
- Ahora no puedes mandar a tus amigos para que me peguen, ahora no puedes hacerme daño.- Me muerdo los labios y cierro los ojos, para no recordar y no acabar en humillantes lágrimas.
Pasan unos segundos hasta que su voz vuelve a sonar.
- Oh, claro que no, cariño, pero puedo herirte. Puedo herirte diciéndote todos y cada uno de tus defectos. Eres fea, tosca, patosa, tonta, odiosa, estúpida. -Tras escupir todo eso, su voz se corta por un momento, y vuelve a repetir la palabra, con un tono gélido.- Fea.
- Eso lo eres tú, Angela.- Devuelvo la pelota a su tejado, pero mis manos tiemblan. Oigo su respiración y su voz se vuelve densa.
- Tengo noticias para ti, Jessamine.- Mi nombre en sus labios suena tan... Terrible, tan amenazante.
- No te andes con rodeos y dímelas.
- Tu amiguita Skye ha caído de nuevo.- El pitido del teléfono me indica que Angela ha cortado, pero no lo escucho. No puede ser. Dejo caer el teléfono y no me preocupo en recogerlo. Las imágenes de la vez anterior vuelven a agolparse en mi cabeza. Skye en el hospital, sus heridas demasiado profundas, el miedo, la tensión, la pena, el olor a metal, sangre y productos químicos, su cara pálida y sus ojos translúcidos de un verde desvaído pidiéndome perdón. Antes de poder evitarlo, suelto un pequeño grito. Unos brazos fuertes me agarran antes de caer al suelo y los ojos de Michael buscan respuestas en los míos.
- ¿Jessie? Contéstame. ¿Qué pasa, qué dijo? Juro que mataré a esa... - Michael tiene las aletas de la nariz dilatadas y una expresión de enfado.
Alzo la mirada y la recorro por los ojos de todos, para clavarlos en los de Michael.
- Es Skye, ha vuelto a recaer.- No voy a llorar, pero el pecho me aprieta tanto que pienso que me asfixio. Veo el reconocimiento pasar por los ojos verdes de Michael y él me abraza muy fuerte.
- ¿Podemos ir a visitarla?- Le miro suplicante, recordando la promesa que le hice a Ash.
- ¿Todos?- Cuatro pares de ojos me miran con desconcierto y extrañeza.
No sé por qué, pero quiero que Skye conozca a estos chicos. Quiero que conozca como se sienten los abrazos de Luke, las bromas y la risa de Calum, pero sobre todo quiero que conozca a Ashton, a sus ojos bipolares y a su sonrisa.
- Todos.- Afirmo sin ninguna duda- Quiero que conozca a mis nuevos mejores amigos.
ESTÁS LEYENDO
Beautiful Green Eyes
Novela JuvenilJessamine Clifford tiene 15 y una plaza en el internado en el que su hermano lleva tanto tiempo. Los años han pasado, los hermanos se reencuentran. Y quizás, Jessamine también encuentre alguna que otra agradable sorpresa. Portada por: cxovers4u/XxBl...