La fiesta no podía estar en mejor momento que este. Leo bailaba sobre la mesa, Frank por fin coqueteaba con Hazel, Jason y Percy competían por quién bebía más y Calipso tenía una extraña, pero profunda charla con Reyna. Al final estaba yo, mirando todo desde la cocina, un punto muerto en la fiesta.
Había sido un día largo o, mejor dicho, intenso.
Después de haberme quedado con los demás en el lago (por órdenes de Percy), obligué a todos a movernos a otra cabaña con la excusa de que olía a drenaje el baño. Fue una mentira nada convincente que captaron, pero estaba desesperada por salir de allí, al final cedieron y nos mudamos a la más cercana. No estaba del todo tranquila con dicha acción, sin embargo, me evitaron un gran ataque de pánico en pleno festejo de Jason.
El día corrió hasta convertirse en noche y los chicos se alocaron dentro de la nueva cabaña. La música sonaba por todos lados, el alcohol estaba servido en cada vaso del lugar excepto en el mío y estaban pasando un gran momento de risas, bailes ridículos y mucha comida chatarra.
Mordía incesante mi labio inferior tratando de contener la ansiedad que corroía mi cuerpo.
Aún no me lo podía creer. Qué estúpida al volver al lugar donde todos mis demonios nacieron y un espacio en blanco de mi memoria me tenía en jaque mate. Estaba harta de la impotencia que sentía, de no hacer nada o siquiera enfrentarlo. Estaba harta y era momento de moverme.
—Hey —era Piper, parecía estar bien y consiente de su actuar hasta que se delató al estrecharme una botella. Sabía mejor que nadie que no bebía, en lo absoluto—, ¿quieres una cerveza?
No ayudaría en nada el hecho de negarme una millonésima vez a mis amigos, habían hecho el mejor intento de sacarme de la cocina y disfrutar del festejo de Jason. Todos querían verme bien a pesar de estar en sus propios asuntos, entre ellos estaba en primer lugar Piper, la única que sabía de mi voz lo que recordaba de esa fiesta.
Preferiría estar lejos allí en ese mismo instante, tal vez afuera de la cocina, sin embargo, era la vista "perfecta" de la cabaña donde había sido mi último recuerdo de esa noche.
Gruñí en mi interior sin remedio alguno. Era un desgaste constante recordar la impotencia de ese instante donde mi mente caía en negro cuando la noche había continuado, para bien o para mal.
Acepté la cerveza sin hacer mucho ruido. Batí el líquido alcohólico de la botella en mi mano tomando fuerza sin pensar en lo que realmente estaba haciendo.
Cuando volví a mi consciente me picaba la garganta entera y contenía la respiración con tal de no detenerme en ningún instante. Odiaba ese sabor fermentado en mi paladar, nunca me había acostumbrado a él, aunque hace años lo bebieron como agua, ahora me dolía de una forma inimaginable.
Segundos después acabé con la cerveza y dejé la botella en la mesa más cercana. Miré a Piper boquiabierta por la escena de unos momentos, en mi interior estaba igual de impresionada que ella por mis actos. Pero una parte de mí sabía que era obvio el hecho de que en algún momento de la fiesta terminaría bebiendo con el fin de embriagarme.
Bajé la mirada demasiado callada para ser verdad.
Miré en la mano de mi amiga su vaso rojo, que seguramente tenía más alcohol. En un rápido movimiento se lo arrebaté de sus manos. Lo dirigí a mis labios y volví a beber sin que me importara.
Dejé el vaso junto a la botella. Me ardía la garganta y todo en mi cabeza se ralentizó. Los mareos me golpearon suave hasta sucumbir a ellos. Mi mente vagabundeaba por la cocina, buscando algo más que tomar, pero no había nada a la vista.
Caí de nuevo en los ojos de Piper, los cuales estaban igual de grandes que la luna.
Piper estaba a punto de hablarme, de decirme que parara... pero no lo haría. No había control alguno sobre ninguna de las cosas que hacía, simplemente ha había dejado llevar por el momento. El caos me movía como títere, pero me gustaba la idea de que estábamos a la pare, yo lo controlaba y él me controlaba, cada quien a su gusto.
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La decisión de Annabeth
FanfictionLa vida de Annabeth era de lo más sencilla que nunca le resultó: consigue nuevas amigas, estudia durante la mañana, trabaja por las tardes, cuida a sus hermanos y no hay chicos en los que tuviera interés. Le agradaba tener el control de su vida monó...