Capítulo 3

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¡Hola! Muchas gracias a todos los que comentáis cada día, escribir no es fácil y si dejáis comentarios se agradece muchísimo. ¿Qué os va pareciendo la historia hasta ahora? ¿Cómo creéis que irá transcurriendo? En cuánto hayan 10 comentarios subiré el siguiente. ¡Un beso!

{Àlex}

Creo que esto se va a hacer más insoportable con la tía ésta aquí, pero he decidido hacer como si no estuviera, será lo mejor, así nos evitamos peleas innecesarias, ella por su lado y yo por el mío. Me tumbo en el sofá, tengo que disfrutar de este momento porque estoy solo ya que mi hermana y la chica esa se han ido a la playa, alucino con Nerea y su capacidad de llevarse tan bien desde el primer momento con la gente, aunque en realidad yo soy bastante así pero creo que con la amargada esa es imposible. Cambio de canal constantemente y no dan nada. Cojo el móvil, treinta mensajes de WhatsApp, han quedado todos en la plaza como cada día. Perfecto. Ya tengo excusa para no estar esta tarde. Oigo las llaves de casa. Mierda, se acabó lo bueno.

Me levanto rápidamente del sofá. Entra al salón Juan, mi madre y una niña de unos quince años. Sonríe tímida y se queda parada. Mi madre nos presenta y le doy dos besos.–Hola guapa, soy Àlex.-Le digo sonriendo. –Irene. Me dice tímida. Supongo que será hermana de….Coral creo que se llamaba. La verdad es que no se parecen mucho, Irene es más morena, piel más oscura, ojos marrones. La verdad es que se ve una niña adorable, creo que me caerá bien, nada que ver con su hermana.

Pican al timbre, Gerard. Lo conozco demasiado y ha venido a ver que se cuece. Me río al verle. -¿Qué haces aquí a estas horas, no tenías comida familiar? Le digo bromeando. –Sí, pero sabía que lo pasarías mal y digo voy a pasarme un rato. Me dice en voz baja. –Ya, ya. Qué morro tienes. Se presenta a Juan y a Irene y vamos hacia mi habitación. –Oye, ¿ya no tienes más hermanos?-Me dice de nuevo en voz baja. Niego con la cabeza. -¿Gerard, a qué has venido?- Le digo riendo. –A conocer a tu nueva familia, ya lo sabes.- Me dice bromeando. –Ahora en serio, ¿es tu única hermana? Me pregunta de nuevo. –No…hay otra. Le digo. -¿Y qué edad tiene? Me pregunta queriendo saber más. –Tío, no seas plasta. Le digo sin ganas. -¿Es pequeña también? Me pregunta entusiasmado.-No, será de nuestra edad más o menos, yo que sé. Le digo intentando cambiar de tema. –Quiero conocerla. Me dice sonriendo. –Gerard, ya nos conocemos, si piensas ligártela y pasar de ella luego has de saber que la verás todos los días. Además, es muy borde, no creo que la aguantes. Le digo convencido. –No he dicho nada, simplemente quiero conocerla tío.-Me dice riendo. –Ya…Le digo sonriendo.

Alguien saluda en el comedor pero Gerard no se ha enterado así que hago como si nada, supongo que será mi hermana con la chica esa. –Bueno, pues entonces me voy tío, luego me volveré a pasar eh.-Me dice bromeando. –Vale, sí, venga vete pesado. Que sé a lo que has venido y te vas a quedar con las ganas.- Le digo riendo.  Va por el pasillo, cuando de pronto se queda parado en el salón. Vale, supongo que ya habrán llegado. Él, disimulado como siempre, se presenta a Coral rápidamente. Ella se queda parada sin saber qué decir. Pero a él le sonríe y he de reconocer que tiene una sonrisa preciosa, lástima que no pegue con su carácter.  Gerard se despide de todos y me guiña el ojo. Miedo me da. –Luego nos vemos.- Le digo mientras le acompaño a la puerta.

{Coral}

Después de comer decido ponerme cómoda. Me tumbo en la cama. Mi hermana está en la terraza con Nerea, ya se llevan genial y es el primer día. Repentinamente me viene a la mente, él, el encuentro de esta mañana, sus ojos, su sonrisa. Para, ¿qué estás diciendo? Se ve perfectamente que va de sobrado, no sé qué coño hago pensando en él, además tengo que analizar lo de Dani. Suspiro. En el fondo me engañaría a mi misma si le digiera que sí, sé de sobras que no estoy enamorada de él, pero al fin y al cabo, me trata genial. Me quedo un rato pensativa en la cama y decido llamar a Raquel, la echo de menos y necesito saber cómo está. -¿Raquel? -¡Coral! ¿Cómo va todo por las tierras catalanas?-Me dice divertida. –Un poco aburrida, te echo de menos fea.-Le digo seria. –Por aquí también se te echa de menos…aunque quiero verte dentro de poquito eh.-Me dice seria también. –Por cierto, Dani está bastante jodido desde que te fuiste…no ha querido quedar con nadie ni nada, no le apetece salir.-Me quedo un rato callada y suspiro.-Yo también me siento un poco rara aquí, pero si te soy sincera tampoco estoy pensando el él todo el día…-Le digo seria. –Ya lo sé, te conozco muy bien Coral, tú no estás enamorada.-Me dice convencida. -¿Sabes? Me ha escrito un mensaje diciéndome que me quiere, no sé qué hacer- Ella se queda callada. –Tienes que decirle la verdad.-Su tono aun es más serio. –Ya, pero no quiero hacerle daño…-Al rato cambiamos de tema dejando eso en el aire y ella me cuenta que ha quedado con Isaac, otro de sus tantos amores, Raquel se enamora de un chico cada dos días. 

Después de estar casi una hora hablando con ella no sé bien que hacer, allí no conozco a nadie, busco a mi hermana para ver si le apetece salir a dar una vuelta conmigo, ya que mi padre y Ana se han marchado a hacer unas compras. Me la encuentro dormida en el sofá y Nerea ha salido porque no veo a nadie por la casa. Me subo a la terraza y me tumbo en una de las hamacas con mi música a todo volumen. Alguien me toca el brazo y doy un salto del susto. Joder. Me había quedado dormida. Es el amigo del idiota ese. –Lo siento eh, no pretendía asustarte de verdad, me sabe fatal.-Me dice esbozando una sonrisa. El chico es realmente guapo. 

Habrá pensado que soy una loca después del grito que he pegado. –No, no, tranquilo si es que no te esperaba para nada.-Le digo sonrojada. –Ya, ya eso lo he notado.-Me dice riendo. –Oye, Àlex y yo vamos a salir un rato a dar una vuelta, vente y así conocerás gente nueva.-Me dice sonriendo de nuevo. De repente aparece Àlex por la puerta, se queda sorprendido al verme, supongo que no me esperaba allí arriba. Mete la mano en su bolsillo del pantalón, coge un cigarro y se lo enciende. –Ey…Me dice girando rápidamente la cabeza hacia Gerard. –No sé si será buena idea, no te preocupes si estoy bien aquí. Le respondo a los segundos. –Va mujer…¿Àlex, a que no estaría mal que Coral se viniera con nosotros y así conoce a todos? Le dice intentando convencerle. Lo está poniendo en un compromiso. Dudo que él quiera que vaya con sus amigos después de lo de esta mañana. Miro para otro lado. –Sí…¿por qué no? Vente, habrá chicas también. Te caerán bien. Y mejor que estar aquí aburrida…Dice mientras se fuma el cigarro. –Aunque…-Dice mirando para otro lado y se le escapa la sonrisa. ¿Aunque qué? Le digo en tono borde. -Gerard interviene rápido. –Va, vente, no vas a estar todos los días aquí arriba.-Me coge de la mano para irnos. La verdad es que este chico es majo y me cae bien. Creo que si no fuera por él mi tarde sería un infierno. Sonrío y decido ignorar al idiota de su amigo, es decir, mi “hermanastro”, suena fatal. Àlex viene detrás  sin mucho entusiasmo. Aunque durante el camino Gerard no deja de hablar y me explica cosas de la ciudad, los mejores sitios, donde vive, la verdad es que es un chico muy simpático. Lo contrario a su amigo, que lo único que hace es reírse de los comentarios de su amigo y mirar el móvil. 

Llegamos a una plaza enorme donde veo a cientos de personas cruzar de un lado a otro, veo que nos dirigimos al fondo, donde hay un grupo de unas diez o quince personas, entre ellas tres chicas. Se giran para mirar a Gerard y a Àlex, aunque se quedan sorprendidos al verme a mí. –Ey, ¿qué pasa?-Dice Gerard saludando a todos. Àlex se saluda de una forma particular con  ellos. Yo me quedo parada delante sin saber qué hacer. –Bueno chicos, ella es Coral, la nueva hermana de Àlex.-Gerard me presenta delante de todos y yo no sé dónde meterme. La mayoría se quedan sorprendidos, es evidente que no me esperaban. Àlex se sienta con ellos y no dice mucho más en torno a mí. En cambio Gerard, me presenta particularmente a las chicas para que no me sienta incómoda. –Mira Coral ellas son Blanca, Carla y Judith.-Las tres se levantan para darme dos besos y me saludan amablemente. Se ven buena gente. Gerard me deja con ellas. –No te cortes para nada eh.-Cualquier cosa que necesites estamos aquí y si quieres ver la ciudad te la enseñamos cuando quieras.-Me dice una de ellas amablemente. Creo que es Carla. –Gracias.-Sonrío tímidamente. Empiezan a hablar de sus cosas y rápidamente les sigo el hilo de la conversación y mi timidez desaparece. Después de estar toda la tarde con ellos, volvemos a casa. No me apetece nada volver con mi “hermano” menos mal que Gerard vive al lado y el camino de vuelta se hace un poco más ameno, porque si fuera por él creo que si me pusiera los cascos estaría más entretenida. Gerard me da dos besos y me sonríe amablemente. –Bueno guapísima, nos vemos pronto.  A Àlex le choca la mano –Bueno tío, hablamos. Ambos se despiden y él se va. Entramos en el ascensor, ambos en silencio. Cojo el móvil para no sentirme tan incómoda. Él se queda en silencio, sin hacer nada. Por fin hemos llegado. Estoy tan agotada que saludo a todos  y me voy a la cama, ha sido un día duro y mañana empiezo el curso de fotografía.

Amor condalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora