Capítulo 4

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{Àlex}

Las seis y media, aun es de noche y encima ayer me acosté tarde. Pero hoy toca rodaje y tengo que estar allí dentro de una hora. Así que me doy una ducha rápida y me tomo un café bien cargado para despertarme. Me pongo la sudadera, ya que aún hace un poco de frio, cojo las llaves y bajo las escaleras lo más rápido que puedo. No quiero llegar tarde. Entre grabación y grabación miro el móvil. Mensajes de Gerard, se aburrirá en la uni. “Tío, ¿cómo crees que le gustan los chicos a tu hermana?” ¿Y qué quiere que le diga?  Qué pesado está.“ Qué me estás contando a estas horas, yo que sé, la conoces tú más que yo” Le respondo. Veo que a la media hora me llega otro mensaje. “Veo que no me vas a ayudar…” Me río al leer el mensaje. “A ver tío, que yo no puedo hacer nada, tienes que ser tú, no sé, habla con ella, hazla reír, dile que tiene una sonrisa preciosa” No sé por qué pero me sale, me sale decírselo y sí, he de reconocer que Coral tiene una sonrisa preciosa por muy mal que me caiga.  No me vuelve a decir nada, así que decido enviarle otro mensaje antes de guardar el móvil. “Va tío, no te rayes, a la tarde hablamos.” Me envía un guiño. Sé que necesita hablar pero en este tema creo que poco le puedo ayudar.

Después de cuatro horas seguidas de rodar sin descanso, miro de nuevo el móvil. Un número desconocido. Antes de leer veo la foto de perfil. Mierda. Es la chica rubia del otro día. “¡Àlex! ¿Tienes un hueco esta tarde?” al final de la frase me pone un corazón. Frunzo el ceño. ¿De qué va esta tía? La conozco de una noche. Le respondo rápidamente. “Mmm, creo que te has equivocado. No soy Àlex y no sé quién eres.” Como no tengo foto de perfil tampoco sabe si es verdad o no. Espero que no me moleste más, paso de que me agobie.

 

{Coral}

A las siete me suena el despertador, llevaba casi tres meses sin madrugar apenas, me cuesta  despertarme, así que decido darme una ducha para despejarme un poco. Irene, Nerea, mi padre y Ana están ya sentados preparando el desayuno. Irene nos cuenta de que está muy nerviosa por su primer día en el nuevo instituto, irá a la misma clase que Nerea así que creo que le irá genial todo. Yo en cambio no conozco absolutamente a nadie, ni siquiera sé cómo ir, menos mal que Nerea me acompañará hasta allí para no perderme. Mientras desayuno me doy cuenta de que el idiota de su hermano no está, que raro…seguro que sigue durmiendo y se pasa el día sin hacer nada. Bueno la verdad es que me da igual. Llego al centro en que estudiaré fotografía, siempre me ha gustado marcar cada momento para que sea eterno. Voy a secretaria y pregunto sobre mi clase, tercera planta a la derecha. La puerta está abierta así que entro y me siento al final de la clase. Nunca me ha gustado sentarme al principio, me agobia bastante. Saco el móvil antes de que empiece la clase y miro todos los mensajes, la mayoría son de Raquel, sonrío, hoy especialmente la echo de menos porque llevaba un año estudiando fotografía con ella y todo me recuerda a ella. Empieza a entrar gente en la clase, la mayoría se conocen ya que llevan juntos un año. Sigo mirando los mensajes, no tengo ninguno de Dani, me parece raro ya que ayer me dijo que me echaría de menos y que me quería…en fin, la verdad es que casi lo prefiero. Gerard sí me ha escrito. La verdad es que este chico me cae genial.

 “Ey guapa, esta tarde hemos quedado todos en el mismo sitio de ayer, ¿sabrás venir?” Me escribe al final un guiño sonriendo. Le contesto. Todavía no sé si me perderé al ir pero sé que lo pasaré bien con ellos, son buena gente. Alguien me toca el brazo despacio. Me asusto y giro la cabeza hacia el lado. -¡Coral! No sabía que estudiabas esto.-Es Carla, una de las chicas con las que estuve ayer.-Yo tampoco lo sabía, me alegro mucho de que vayamos juntas.-Le digo sonriendo. Empezamos a hablar incluso seguimos hablando cuando empieza la clase, cosa que no nos enteramos de mucho. Nos pasamos la mañana hablando, cosa que yo no soy mucho de hablar sin no conozco a la persona y reconozco que aun soy bastante tímida, pero la chica me cae genial. Ella tampoco conoce a nadie, me contó que se había cambiado de centro, así que estamos iguales. Va bien por lo menos conocer a alguien que por un rato esté en las mismas circunstancias que tú. A las dos salimos de clases, por fin. –Oye, esta tarde hemos quedado a las cinco en la plaza de ayer, ¿quieres que me pase por tu casa y así vamos juntas y no te pierdes?- Me dice sonriendo. –La verdad es que me vendría genial.-Le respondo amablemente. -¡Perfecto!- pues a menos cinco te pico. Me da dos besos y se va por otro camino. Poco a poco voy conociendo las calles y consigo llegar a casa sin perderme. Ana y mi padre están trabajando. Así que como con Irene y Nerea. -¿Qué tal el primer día?-Le pregunto a Irene nada más llegar. -¡Bien! Estoy en la misma clase que Nerea.- Dice sonriendo. –Me alegro enana.- Le digo mientras le doy un beso en la mejilla. -¿Y tú, que tal?- Salta Nerea rápidamente. –Bastante bien, por lo menos conozco a una chica que me presentó Gerard ayer.- Le digo sonriendo. –Uhm, Gerard. Es muy mono.-Me dice con una sonrisa pícara. –No, para nada, sólo somos amigos eh.- Le digo rápidamente. –Ya, ya…Pues haríais muy buena pareja eh.- Me dice bromeando. -¿Quién es Gerard?- Pregunta Irene curiosa. –El mejor amigo de mi hermano. Luego te enseño una foto. Le responde Nerea y le guiña el ojo. –Vaya dos…-Les digo riendo.

Amor condalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora