Capítulo 31

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¡Hola! Más vale tarde que nunca...pero ésta historia estará completa. Hay gente que me ha pedido un final y aunque no es inminente, es una historia que merece un final. Aún quedan algunos capítulos, no quiero acabarla deprisa y corriendo. Ya tenía pensado cómo seguirla y así lo haré. 

No sé si después de tanto tiempo seguiréis interesad@s en leerla, ojalá que sí, prometo acabarla. Me gustaría que comentarais qué os parece y cómo creéis que seguirá, me gusta saber vuestras reflexiones. A los 10 comentarios, como siempre, subiré el siguiente. 

Sobretodo, ¡espero que os guste! Le tengo mucho cariño a esta historia y quiero acabarla. 

¡Gracias! 

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{Àlex}

En ese momento supe que mi vida iba a cambiar para siempre.

Gerard se puso pálido en cuestión de segundos. No dejaba de mirarme mientras colgaba la llamada y guardaba el móvil. Yo estaba temblando.

-Gerard, ¿qué pasa? ¿Qué ha pasado? Comencé a gritar nervioso.

Él me cogió de los hombros y me sentó en el banco que teníamos al lado. En su mirada notaba que no sabía por dónde empezar.

-Àlex, ha pasado algo ¿vale? Se trata de Coral. Me miraba fijamente. Aunque mi mente ya no estaba ahí, me sentí desorientado y confuso. Él seguía hablando.

-Ha tenido un accidente mientras iba en la moto con Víctor. Él tiene algunas quemaduras pero Raquel no ha querido especificar cómo está Coral. Está en el hospital. Será mejor que vayamos. Me decía nervioso.

En aquel instante empecé a sentir una punzada en el pecho y un mareo, pero no era momento de distraerme. Tenía que ir a verla, tenía que saber cómo estaba.

Pillamos el primer taxi que pasó por nuestro lado, Gerard se encargó de todo, ya que yo no estaba muy centrado. Rápidamente llegamos al hospital y allí estaba Raquel, en la sala de espera, al girarse, noté que temblaba y estaba llorando. Mierda.

En ese momento solo estaba pensando en ver a Coral, así que fui directamente a la recepción y nervioso, pregunté por ella. Con calma, me dijeron que no era posible que pudiese verla, estaba en la UCI. Empecé a sudar de nerviosismo y sin darme cuenta ya estaba gritando. -¿Qué? No, no puede ser, ¡ella no puede estar allí! Empecé a gritarle a la chica que me atendió. Ella me miraba con tristeza, sin saber muy bien qué decir. –Es mejor que te sientes a esperar ¿de acuerdo? Cualquier novedad que tengamos, ten por seguro os informaremos. Por el momento, no podemos deciros más, lo siento.

La realidad es que no me di cuenta de que Gerard y Raquel estaban a mi lado, entre otros familiares que no conocía. De fondo escuchaba cómo Raquel le explicaba a un familiar que había hablado con el padre de Coral y había cogido el primer vuelo para venir. En ese momento, notaba que me ahogaba, que nada de lo que estaba pasando tenía sentido. Que todo era una pesadilla de la que quería despertar lo antes posible. Sí, quizá era eso, estaba dormido en el tren de vuelta a Barcelona y estaba teniendo una pesadilla terrible.

...

Àlex no era consciente, pero aquello era real, muy real. Coral había tenido un accidente de moto y se encontraba en estado muy grave. Aunque nadie quiso decirle la gravedad real, dada su reacción. En aquel momento para él, tener esa información no servía de nada. Pero la realidad, es que obtener la verdad en aquel momento, le prepararía para todo lo que llegaría después...

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2020 ⏰

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