Llegados a este punto, ya ni siquiera sabía por qué seguía en la sala de los menesteres. Quizás para no romper la costumbre o tal vez porque era el único lugar donde realmente me podía sentir a salvo.
Hermione no había venido a visitarme en unos días, pero no me preocupaba. Sabía que se había reconciliado con el pelirrojo y el cara-rajada, pero sabía que no debía sentirme amenazado. Sabía lo que la castaña sentía por mí y lo que yo sentía por ella. Tal vez no fuese suficiente en un futuro, pero en ese momento, lo era.
Decidí que ya había pasado suficiente tiempo en la sala de los Menesteres y me dispuse a salir. Fue entonces cuando ella llegó. Cuando la vi, sentí que habían pasado años desde la última vez.
—¿Qué hay, Granger? —saludé, apartándome para que pudiese entrar.
—Han sido unos días caóticos. Harry está cada vez más tiempo en el despacho de Dumbledore y cada vez se está preocupando más. Espero que esté bien. Cada vez que intenta explicarnos lo que está descubriendo, se para en seco y cambia de tema. Es algo que le está afectando mucho. Y eso que dejó el maldito libro de lado.
—Al menos, los exámenes finales ya acabaron.
—¿Desde cuánto tú intentas ser positivo? —se burló ella.
—Más o menos desde el momento en el que tú empezaste a ayudar a un mortífago —me defendí yo, encogiéndome de hombros.
Ella me dio un golpecito cariñoso en el hombro, algo sonrojada. Seguramente pensaba en la última vez que nos vimos y en lo que hicimos.
—No iba con doble sentido, Granger —le dije, viendo cómo el color en sus mejillas se hacía cada vez más notable.
—Ya, seguro...
Bajó la vista mientras hablaba.
—¿Te incomodo? —le pregunté en tono divertido.
—Por supuesto que no —respondió, recuperando su determinación y fijando sus grandes ojos castaños en los míos. Sentí un gran vértigo—. Pero parece que yo a ti sí.
Ahora fue su turno de reírse de mí. Me había sonrojado sin darme cuenta. Mascullé y maldije por parecer un corderito inocente y sonrojado. ¡Yo no me sonrojaba!
—¿Qué pasa, Malfoy? ¿Te comió la lengua el gato?
—¿Quieres comprobarlo? —provoqué, sintiéndome como un niño pequeño tímido y vergonzoso.
—Te ves adorable intentando parecer seguro de ti mismo mientras te sonrosas.
—Ti vis adiribli intintindi piricir siguiri di ti mismi miintris ti sinrisis...
Hermione rió sin poder evitarlo. Yo me quedé embelesado una vez más contemplándola. Nunca había visto de esa forma a Hermione Granger. Pero ahora que había empezado a ver las cosas buenas que había en ella, no podía parar.
—No sé si te lo he dicho alguna vez —susurré en su oído, depositando ahí un pequeño beso—. Pero eres hermosa.
Ella me besó en la mejilla, sin decir ni una sola palabra. Deslizó sus labios hasta los míos y los dejó ahí por unos instantes disfrutando de otro beso.
—No sé si te lo he dicho alguna vez —murmuró ella contra mis labios—. Pero me encantas.
Yo volví a besarla. Una y otra vez hasta que perdí la cuenta. Algunos besos eran más largos y lentos. Otros eran rápidos y desesperados. Con aquellos besos nos decíamos todo lo que temíamos expresar con palabras. A veces ella llevaba las riendas, a veces lo hacía yo. A veces nos faltaba la respiración y a veces parecía que respirábamos a través del otro.
De repente, los besos no estaban solos. Mis manos acariciaban todo el cuerpo de Hermione, recorriéndolo por segunda vez y descubriendo zonas a las que no habían llegado la primera vez. Por su parte, la castaña parecía haber ganado confianza desde la última vez. Ahora ella también deslizaba las manos entre mis prendas.
Poco a poco, yo me sentía desfallecer. Cada vez, había menos capas que cubrían nuestras pieles.
De repente, ella se separó de mí, dando un paso atrás.
—¿Qué pasa? —pregunté jadeando.
Ella no respondió. Saltó hacia mis brazos, enredó sus piernas alrededor de mi cadera y atacó mi cuello mediante besos.
—¿Quieres matarme, Hermione Granger? —suspiré.
—Quizás —susurró ella.
Esta vez, fue ella quien guiaba mis manos por los rincones de su cuerpo.
—¿Quieres seguir, Malfoy? —me preguntó, sonrojada.
Por toda respuesta, la besé una vez, dejando que mi cuerpo se perdiese en el suyo.
***
-3
Les debo una disculpa. No actualicé en un tiempo. Perdónenme.
Me encanta el apoyo que estoy recibiendo últimamente con este fanfic. Cada vez veo más comentarios y solo quería agradecerles y decirles que los/las amo. ^^

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¿Enemigos? | Dramione | ✓
FanfictionArrogante. Prepotente. Frío. Astuto. Sangre Pura. Él es Draco Malfoy. Inteligente. Compasiva. Sensible. Valiente. Sangre Sucia. Ella es Hermione Granger. ¿Qué pasaría si los viejos enemigos dejaran de serlo? *No me gusta meterme en pro...