Capítulo 28.

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La graduación, todos listos para irnos de aquí. Jace se iría a la universidad Raziel, Jordan estudiaría música se iría con Jace Y Sebastián empezaría a trabajar con Su padre Valentine que se había recuperado su empresa. Lydia estudiaría fotografía, Maia biología marina.

Una chica dio el discurso, diciendo lo de siempre, sigan sus sueños, equivóquense, sean felices.

Nos tomamos fotos, está sería el último día en la preparatoria, juntos. Yo me iría mañana igual que Sebastián.

Fuimos a casa de Lydia donde dio una gran fiesta, esperaba ver a Magnus pero no fue, me quería despedir de él, pensé en ir a su casa pero debo tener algo de dignidad ¿no?

-Lightwood. No puedo creer que no te vea en un largo tiempo.

-Sí, será raro.

- Lo sé.

-Te visitaré, tengo mucho tiempo.

-Eso me gustaría, me tengo que ir ya, me despedí de todos... menos de ti.

-¿Y Ahora te despides de mí?

-Sí, es tiempo. Cuídate Lightwood, eres una gran persona. Te extrañare... ¿puedo hacer algo? Es para despedirme y no quiero que pienses que me aprovechó de que terminaste con Magnus... te quiero. Y solo quiero algo de ti.

-¿qué?

-¡¿Te puedo besar?!

Sebastián era un gran amigo, lo quería y no lo vería en mucho tiempo. Él me quería.

-Bien...

Se acercó a mi lentamente, con miedo y sus labios se unieron con los míos, al principio nos quedamos así pero le empecé a corresponder, su mano la puso entré mis cabellos, cuando me faltó el aire me solté de él, años de tensión con el desaparecieron.

-Gracias...

Él estaba sonrojado con la respiración agitada. Lo entendí, besar a alguien que estás enamorado por mucho tiempo... te libera, me paso lo mismo con Jace.

-Cuídate Sebastián.

-Lo haré, tú también cuídate Lightwood.

-Si.

-Es tiempo de irme.

-Te acompaño a tu auto.

Estábamos a fuera de su auto y me abrazó fuertemente, yo igual extrañaría a este chico. Se quitó la pulsera que traía.

-Ten, úsala.

-¿En serio?

-Sí, ya sé que no eres de estas cosas y yo ni la uso, pero quiero que tengas algo mío para que no me extrañes tanto.

Me guiño un ojo. Me reí.

-Bien lo haré.

Me la puse.

-Gracias. Adiós Lightwood.

-Adiós Sebastián.

Besó mi frente y se fue. Me quedé a fuera hasta que su auto se perdió de mi vista.

Esto iba a hacer un gran cambió para todos, y no sé si eso sería bueno.
Vi mi celular, siempre esperaba un mensaje de Magnus, no había nada. Yo lo terminé y tal vez había sido mi mayor error pero él no me dijo nada cuando me fui.








Al día siguiente estaba en el aeropuerto con mi familia y amigos, para despedirme.

Te lo prometí. (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora