Te lo prometí. (MALEC)

Capítulo 10.

Quería a Magnus. Él era perfecto, estoy enamorado.

Era viernes nuestro aniversario y mañana sería mi competencia.

¿Qué puedo regalarle a Magnus?, Debe ser perfecto como él. Debía hacer algo. Le pedí ayuda a Izzy.

-Mira hermano sé que lo quieres incondicionalmente y estás enamorado, pero... Hay que llevar las cosas con calma. Solo llevarlo a cenar con un regalo, es su primer mes, cuando lleven un año te aseguro que yo misma organizare la fiesta.

-Está bien. Tienes razón.

-Lo sé.

Iba a pasar por el a las 6 de la tarde, Izzy escogió mi ropa que era un pantalón negro con una camisa azul y una cazadora negra. Demonios, estaba muy nervioso.

Toqué la puerta de su casa y el me abrió. Joder, se veía hermoso, como siempre.

-Alexander, te ves bien.

-Tú también mi amor.

Lo besé, sentir sus labios con los míos era algo que podía hacer para siempre.

-Vamos, se hace tarde.

Nos tomamos de las manos.

¿Por qué tenemos que arruinar lo bueno que tenemos? El como  lo arruinamos, él fue feliz con alguien más y yo también fui feliz con otras personas, pero en el primer amor siempre hay algo, algo que deja marcado, buscas otras parejas para poder sentir eso de nuevo, en mi caso no lo encontré, fui feliz con esa persona pero no la logré amar tanto, tanto a alguien como lo hice con él, el me lastimo. Es tan confuso esto.

Cuando llegamos al restaurante nos sentamos en la misma mesa de siempre.

-Bien te daré tu regalo Alexander.

-No tenías porque...

-No, si tenía.

Me lo entregó era un libro. Lo destape, Flores en el ático.

-Gracias, ¿Quién te dijo que lo quería?

Lo dije riendo, había estado hablando todo el tiempo de ese libró.

-No lo sé, intuición.

Nos reímos.

Le di su regaló, era un marco de plata con nuestra foto de hace dos semanas, salimos a patinar con nuestros amigos, estábamos él y yo patinando de la mano, Lydia tomó el momento perfecto cuando Magnus y yo nos veíamos a los ojos y sonreíamos.

-Alexander... Es hermoso. Muchas gracias.

Me besó.

-Me alegra que te gustará, no sabía que regalarte.

-Todo lo que tú me regales está perfecto.

-Eres tan cursi.

-Solo contigo.

Me guiño un ojo y me sonroje.

-Deja de hacer eso.

- ¿por qué lo haría?, te ves adorable.

-No, debo estar todo rojo como...

Me calló con sus labios en los míos.

-Cuando digo que lo eres, lo eres.

-Eres un idiota.

Sonreí.

-Un idiota que quieres.

-Eso tenlo por seguro.

La cena paso, Magnus haciéndome sonrojar y yo tratando de coquetear con él, lo llevaba a su casa.

-Bueno me divertí mucho Alexander, que siempre lo hago contigo.

-Yo también.

-No puedo creer que ya cumpliéramos un mes, nunca me voy a cansar de esto.

Si te cansaste, me dejaste y mi corazón se rompió...

-Te quiero mucho.

-Te quiero amor.

Me besó, era la mejor cosa en el mundo, al menos para mí.

-Te veré luego ángel.

-Seguro.

No me fui hasta que entró a su casa, estaba muy feliz... mucho.