En el auto solo se escuchaba música, estaba tan nervioso que no sabía que escuchábamos.
-Entonces... Alexander, ¿vas a volver de mochilero?
-Aún no lo sé. Supongo que iré, no hay nada que me detenga.
-¿Ni tu familia?
-Ellos me apoyaran.
-¿La universidad?
-Estudio en línea.
-¡¿Alguien especial?! , ¡¿Sebastián?!
-Lo de Sebastián y yo no creo que funcione, hice una promesa, si no funcionaba con Sebastián me casaría con Nick.
-Y el ¿es?
-Un amigo que hice.
-Suena a Heterosexual.
-Lo es... pero nosotros no creemos en el amor, así que porque no casarnos para evitar molestias de la gente.
-¿Harías eso?
-Sip.
-Y ¿Cómo le harán con el sexo?
- Él se acuesta con chicas y yo con chicos.
-Y ¿confías en ese tal Nick? Qué tal si solo quiere tu dinero y...
-No. Él no me haría algo así, aparte creó que es más rico que yo.
-Como le...
-Dejemos de hablar de mí. Háblame de ti Magnus. ¿Cómo rayos paraste cuando me fui, necesitabas a que me alejara...?
-Cuando te fuiste me sentí horrible, reaccioné cuando descubrí que estaba solo, ni tú, ninguno de mis amigos, entonces dije basta, y Camille me ayudó mucho.
-Me alegro que al fin estuvieras con tu amor platónico.
-Gracias Alexander por todo lo que hiciste por mi.
Nos detuvimos en el semáforo rojo.
-Eras mi novio, eras mi todo, ¿Cómo podía solo verte y no hacer nada?... lamento no haberte detenido...
-No, era mi decisión, tú la respetaste.
-Magnus yo...
Me besó, escuché como se quitó el cinturón para estar más cerca de mí, su lengua se metió a mi boca, esa sensación tan familiar y perfecta, me sentía tan bien, mis manos y las suyas se unieron. Besó mi cuello, sus labios eran tal y como los recuerdo.
-Alexander ven a mi casa...
-Si.
Susurré bajo la luz de la luna, sus ojos brillaban, como cuando estábamos juntos...
Cuando entramos lo empecé a besar desesperadamente.
Me llevó a su cuarto que estaba igual que recuerdo, cerró la puerta con seguro.
Me senté en la cama y aún tenía nuestra foto que le regalé en nuestro primer mes.
-Aún la tienes.
-Nunca la podría quitar.
Él estaba sobre mí, lo necesita, todo de mi lo extrañaba.
-Magnus te necesitó.
-Mi ángel, yo siempre te necesitaré más.
Se sentó sobre mí mientras me besaba creando una fricción que hacía que sacáramos gemidos.
Mi camisa me la quitó, dejando sus marcas en mi pecho.
Esto era demasiado para mí, mis gemidos eran descontrolados, me calló con un beso.
-Ángel, por más que esto me gusté mis padres están en la casa.
Me reí.
-Entonces en silencio, ¿Cómo en los viejos tiempos?
Él sonrió.
-Si, como antes.
Me besó, le quité su playera, pase mi lengua por su pecho...
-¡Joder Alexander! Te extrañe tanto.
Me besó tan desesperadamente que nuestros dientes pegaron pero no me importó, queríamos tener lo que ya era nuestro.
-Alexander quiero hacerte mío.
-Magnus ya soy tuyo.
Entré besos, desaparecieron nuestras ropas hasta quedar totalmente desnudos, mi corazón latía tan rápido, mi cuerpo y corazón, todo mi ser extrañaban a Magnus...
Mi boca recorriendo todo su cuerpo, extrañaba su sabor dulce y a la vez amargo, era un delicioso sabor.
Cuando Magnus estuvo a dentro de mí no podía controlar toda mi mente se descontroló, no podía callar nada y el tampoco, acabamos, estaba agotado, física y emocionalmente, tantas emociones a la vez.
-Alexander, mi ángel, jamás dejaré de amarte.
-Magnus Bane, eres un idiota, mi idiota.
-Por siempre.
Me dormí, entré sus brazos.
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Te lo prometí. (MALEC)
FanfictionAlec tiene el corazón roto y creé que no encontrará el amor, pero después de una noche en un club eso cambia conoce a Magnus Bane... pero después de un incidente, ¿Su amor triunfara o será otro corazón roto?