Capítulo 39.

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-Izzy... es como si te alejaran de Simon y lo volvieras a ver con otra persona... y tienen un momento...yo solamente no tuve control de mis sentidos, le diré a adiós a Magnus de una vez por todas.

-Es lo correcto.

Me abrazó y Simon también.

Regresamos a dentro a saludar a Sophia y Asmodeus.

La cena desgraciadamente quedé en frente de Magnus.

Mis padres y los de Magnus se llevaban muy bien, se la pasaron riendo, a veces participaba pero en verdad no estaba de humor para esto.

Se fueron a ver películas pero les dije que estaba cansado y me fui a mi habitación.

Tocaron la puerta.

-Adelanté.

Entró Magnus.

-Sé que no quieres verme pero...

-Si no te quiero ver.

-Nos dejamos llevar por la emoción Alexander, nos amamos con tanta intensidad... Que creo que aún lo hago.

-Te vas a casar.

-Y ¿si no estuviera comprometido estarías conmigo?

-No lo sé Magnus, los hubiera no existen pero si el presente...

-Entonces no pienses en las consecuencias.

Se sentó a lado de mí y me empezó a besar, mi cuerpo respondió menos mi mente.

Junto nuestras frentes, aún estaba mareado por el beso.

-Alexander... Tu solo presencia hace que mi mundo se mueva, tenía una vida bastante normal y común, la odio pero es tranquila y te volví a ver... sé que si estoy contigo mi vida no sería ordinaria, porque tu no eres una persona normal.

-Magnus, ¿por qué no te puedo olvidar?

-Yo nunca deje de pensar en ti ángel. Camille es una buena mujer pero para alguien más, solo quería que me vieran estable. Jamás volvería a amar como te amo a ti.

-¿Me amas?

-Por supuesto. Jamás lo dejaré de hacer en esta vida ni en otras mil.

-Sigues siendo demasiado cursi.

-Solo lo hago contigo.

Me volvió a besar, su mano se enredó en mis cabellos y la mía se sostuvo en su pecho.

-Solo quiero estar contigo Alexander.

-Entonces hazlo.

Se subió sobre mí y me quitó la playera besando todo mi pecho, se quitó su playera, sentía su calor único de Magnus siempre tenía la misma temperatura.

Sus ojos dilatados, su respiración sobre mi piel, sus manos recorriendo todo mi cuerpo con delicadeza pero también con determinación.

Estábamos haciendo el amor como antes, reprimiendo nuestros gemidos, mientras los demás estaban en mi casa.

Cuando acabamos, estábamos frente a frente viendo nuestros ojos con las manos entrelazadas.

-Deberíamos empezar a vestirnos.

-Si pero no quiero, sigues siendo increíblemente hermoso.

-Magnus.

Me sonroje.

-Y más cuando te sonrojas.

Me besó. Nos levantamos a vestirnos y nos volvimos a acostar. Envolví con mis brazos el cuerpo de Magnus. Sentirlo conmigo me hacía tan feliz.

-Por cierto Alexander no te dije de lo genial que te ves con esos tatuajes.

Me giño un ojo.

-No le digas a mis padres, ellos me mataran.

Se rio.

-Vamos no creó que ellos...

Tocaron la puerta, se sentó rápido en la cama y abrí la puerta era mi padre.

-Alec, alguien a venido a verte. Esta abajo.

-Sí, iré en un minuto.

-Es Nick.

-¡¿Nick?!

Salí corriendo y ahí estaba Nick con sus maletas en mano.

Se lanzó a mis brazos y empezó a llorar.

-¿Nick?, ¿Estas bien?

-Apestas a sexo.

Me susurró.

-¿Nick qué tienes?

-¿Puedo ir a dormir a tu habitación?

Vi a Magnus bajando.

-Claro. Ven.

Le ayudé con sus maletas para que subiéramos a la habitación.

-Aquí tuviste sexo.

Trató de sonreírme

-Cambiaré las sabanas.

-No es nece...

-Lo haré.

Tendí de nuevo la cama y él se metió entre las sabanas.

-Alec, ¿puedes meterte a la cama conmigo?

Me metí a la cama y el me abrazó, empezó a llorar.

-¿Nick?, ¿Qué sucede?

-No quiero hablar.

-Bien. Descansa.

Poco a poco se quedó dormido, los Bane ya se había ido.

Magnus... mierda, ¡me volví a acostar con el!

Te lo prometí. (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora