Capítulo 32.

616 57 6
                                    

2 Años después.



Nick y yo nos volvimos amigos, era como mi hermano mayor, siempre cuidándome, nos dimos lujos de maravilla cada vez que visitábamos un lugar.

Habíamos recorrido España, Francia, Italia, Alemania, Polonia, Suecia, Islandia, Finlandia, Ucrania, Grecia, Turquía y ahora estábamos en Londres.

En Londres, Nick me cuidaba de cualquier cosa, no tenía que preocuparme por nada porque Nick estaba ahí... me sentía seguro.

Incluso a mis papás les ayudaba a sus cosas, siempre me dejaban a cargo, cuidaba a Izzy, Max, Jordan, Lydia, Sebastian... Magnus Pero con Nick podía hacer cualquier tontería porque él estaba conmigo y me cuidaría.

-¡Alec!, Deja de tomar tanto.

-¡No puedo!, ¡Sabe tan bien!

-Ese chico te está mirando.

-Porque me lo dices, no dejas que nadie me hable.

-Quiero conservarte puro e inocente.

Volteé los ojos.

-No me hagas esos ojos.

-Tal vez pueda hablarle.

-Cuando regresas en la mañana te sientes mal. Alec, ¡quiero que conozcas a alguien que te amé y se preocupé por ti!

- Cásate conmigo.

-Lo haría si fuera gay.

-No vamos a tener sexo ni nada, solo así como hasta ahora, para evitar preguntas estúpidas.

-¿Cómo cuáles?

-¿Cómo ya superaste a Magnus?, ¿Ya tienes novio?, Él ya se va a casar y ¡¿tu?!

-En verdad te cayó de la mierda su compromiso. Estabas tan bien, llevamos aquí dos años y tú no lo habías nombrado hace mucho.

-¡¿Cómo quieres que este?! , ¡Él se va a casar! ¡Y yo sigo solterón!

-Vamos, cuando regresemos a casa podrás buscar hombres.

-Tengo que hacerme cargo de la discografía de mi padre.

Estudiaba en línea.

-¿Qué tal de ese Sebastián?

-Mmm Sebastián. Perdimos el contacto hace casi un año.

-¡Solo se alejaron, háblale!

-¿Por qué no puedo conocer a alguien nuevo?

-Quiero asegurarme que él te amé.

-Como lo voy a saber si no me dejas ir.

-Alec, siempre haces lo mismo, te acuestas con alguien y luego huyes de ahí, llegas llorando diciendo que fue un error y no lo volverás a hacer.

-Tienes razón. Me iré al hotel.

-¿Quieres que te acompañe?

-No, diviértete.

-¿Seguro?

-Necesito estar solo.

-Bien. Iré como en dos Horas.

-Sip.

-Y Alec, me casaré contigo, si le das un oportunidad a Sebastián y él no te gusta.

-Bien.

-¡Prométemelo!

-Te lo prometo.

-Eso, así me gusta.

Salí de ahí era una mierda que Magnus Bane se casara con el amor de su vida, ni siquiera la conozco... tal vez sea buena para él.

Llegué a el hotel y empecé a comer chocolates me volví adictos a ellos. Sonó mi celular.

-Hermano mayor.

-¡Izzy!

-Alec, quiero... pedirte un favor.

-¿Qué sucede?

-¿Puedes venir aunque sea un día?

-¿Por qué?

-Sabes que viene el cumpleaños de mamá, no te hemos visto en dos años.

-Yo... no lo sé.

-¡¡Por favor no te lo pediría si no fuera necesario!!

-Yo... Bien, no te puedo decir que no.

-¡¡Gracias!! , ¡Te amo!

-Y yo a ti.

¡¿En qué mierda me acabo de meter?!

Te lo prometí. (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora