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YoonGi


No tuve oportunidad de conocer la nueva casa hasta el día de la mudanza, Jungkook había dicho que sería solo un poco más grande, pero lo que tenía enfrente era enorme a comparación de la pequeña casa en la que vivíamos hasta ayer. Seis habitaciones y hasta una pequeña piscina era el panorama que teníamos por delante. Hoseok y Jungkook se encargaron junto a los hombres de mudanza de amueblar cada espacio.

Al cumplirse los quince días de la cirugía tenía que ir al hospital para retirar los puntos, así que me levanté temprano para preparar a Haneul tratando de no hacer demasiado alboroto para no despertar a nadie.

En el hospital revisaron la cicatrización de mi herida y Namjoon aprovecho para revisar a Haneul, una vez que se aseguró que todo estuviera en orden regresé a casa. Aún era muy temprano y comencé a hacer el desayuno, coloqué a Haneul en la mecedora de la sala para poder verla. Hace un par de semanas estaba tan asustado por como seria mi vida con Haneul, creí que no podría cuidarla o que al menos la lastimaría un par de veces mientras aprendía como hacerlo, pero con Jungkook todo es más fácil, además de que mi pequeña es de lo más tranquila.

— Pensé que seguías durmiendo. — Jungkook levantó a la niña de la mecedora para cargarla en sus brazos. Mi corazón se aceleró, no podía encontrar una manera de explicar lo mucho que me emociona verlo cargar a mi hija.

—Tenía que ir al hospital. —Evité la mirada de Jungkook a estas alturas mi cara debia ser como un tomate.

—Lo olvidé por completo, porque no me dijiste te habría llevado. — Jungkook invadió mi espacio en la cocina.

—El hospital no esta tan lejos y no quería despertarlos, trabajaron muy duro con la mudanza. — Dije deteniéndome un momento no quería chocar contra su pecho y aplastar a mi bebé.

—Eso no importa, debió ser difícil llevar a Haneul.— Jungkook bajo su mirada hasta encontrar la mía, necesitaba alejarme para poder controlar mi tembloroso cuerpo.

—Ya está listo el desayuno. — Empujé ligeramente su pecho para sacarlo de mi camino. — Siéntate, iré a despertar a Hoseok no quiero que su desayuno se enfríe. — Y sin decir más emprendí la huida.

—Hobi... —Llamé desde la puerta.

—Mmmh...

—Está listo el desayuno, aséate y baja por favor. —Hoseok se levantó enseguida y fue a hacer lo que le pedí, minutos después todos nos sentamos a la mesa.

—Esto sabe diferente, realmente sabe bien. —Dijo Hoseok saboreando la comida.

—YoonGi preparo el desayuno de hoy. —Jungkook respondió como si estuviera molesto pues, aunque le encantaba cocinar no era el mejor para ello.

—Si fuera mayor ya te habría pedido matrimonio. —Hoseok dejó la comida y se quedó mirándome. —¿Podrías esperarme un poco? Prometo ser un buen esposo. — Hoseok tomó mi mano para besarla y mi cara se tiño de rojo, a Jungkook pareció no gustarle la broma y se mostró incomodo.

—Hoseok basta de bromas, hoy es tu primer día en la escuela y no quiero que llegues tarde.

—Lo siento hyung, iré a ponerme el uniforme. —Hoseok terminó su desayuno sin decir ni una palabra más y subió a cambiarse.

La incomodidad era palpable, tenía que huir rápidamente levanté los platos sucios para colocarlos en el fregadero y lavarlos, cuando terminé de limpiar Jungkook seguía sentado con mi hija en brazos.

—Puedes entregarme a Haneul, no deberías llegar tarde al trabajo.

—Puedo llegar más tarde, ve a dormir un rato más te levantaste muy temprano, cuidare de Haneul.

—No es necesario. —Estiré los brazos para tomar a Haneul, pero Jungkook me evadió y se fue a sentar a la sala.

—Si no quieres dormir, ven a ver televisión conmigo. —Jungkook palmeo el espacio vacío a su lado.

Aun con la incomodidad presente comenzamos a ver la tele, Jungkook le dejó en un canal donde transmitían novelas y todo estaba bastante bien hasta que los protagonistas se pusieron un poco cariñosos hasta que llegaron a la escena de cama, una vez más y sin poder evitarlo me sonrojé, estaba a punto de levantarme cuando Jungkook me entrego a mi hija, seguido de eso levanto la mano fingiendo ver su reloj.

—Pero mira qué tarde es, tendré que llevarme el auto para llegar a tiempo. —Jungkook resopló nervioso, mientras que yo fingí no notar que no traía su reloj y me levanté del sofá para ir a mi habitación.

A mediodía empezó a elevarse la temperatura dentro de la casa y Haneul estaba muy quejumbrosa, bajé hasta la piscina y busqué un lugar bajo la sobra para sentarme con ella al aire libre.

Estaba tan relajado con Haneul que no me di cuenta de que estaban tocando el timbre, rápidamente me levanté para ir a abrir, por la hora que era pensé que era Hoseok volviendo de la escuela, pero noté mi error cuando vi a Jimin parado en la puerta.

—Necesito hablar con Jungkook. —Dijo mientras me hacía a un lado para entrar a la casa.

—Jungkook está en la casa hogar. —Dije sintiéndome indefenso ante el aún esposo de Jungkook.

—Pensé que ya había dejado de ir a ese tétrico lugar, en fin, sin el aquí nosotros podemos conversar tranquilamente.

—No sé de qué podría hablar conmigo. —Acomodé de mejor manera a Haneul pues comenzó a ponerse inquieta.

—Se qué tipo de persona eres y no iré con rodeos. ¿Cuánto dinero quieres para entregarme a la niña?

—¿Perdón? —Dije confundido, no podía entender sus palabras, aunque las había escuchado claramente.

—No te hagas el tonto, te daré la cantidad que pidas así que no perdamos más el tiempo en que te ofendas o finjas que no te interesa mi propuesta.

—Lárguese de aquí. — Apunté a la puerta mientras abrazaba a mi hija.

—No te hagas el digno, el dinero que te daré te alcanzará para vivir cómodamente por el resto de tu vida.

—Le pido que se vaya antes de que pierda la paciencia. — Advertí sintiendo un ligero dolor en el vientre.

—Sabes que Jungkook y yo podríamos darle una buena vida, en cambio a tu lado a que aspira... a vivir de la caridad por siempre. —Jimin estiró los brazos para que le entregara a la niña. — Contigo ni siquiera tendrá a alguien para llamar padre, debes hacer lo mejor para ella y evitarle la vergüenza de crecer con alguien como tú.

Quería gritar y decirle que mentía, pero no pude, él tiene razón. No tengo nada que darle y mi amor no es suficiente para hacerla feliz. En medio de mis pensamientos escuché la puerta y después mi hija fue arrebatada de mis brazos.

—Usted no sabe lo que es mejor para ella. ¡Cree que su dinero es suficiente para hacer feliz a alguien! — Jimin retrocedió unos pasos. — Estoy seguro de que no, usted es tan miserable con su asqueroso dinero que intenta robarle lo más preciado a YoonGi.

—¿Quién eres para hablarme así? —Jimin levanto la mano con la clara intención de golpear a Hoseok, rápidamente me coloqué delante de él deteniendo el golpe.

—Lleva a Haneul a tu habitación, iré con ustedes en un momento. —Pedí a Hoseok y lo empujé un poco para que comenzara a caminar.

— Lo que quiero evitar es que esa hermosa niña, termine con una vida tan miserable como la tuya. ¿Porque no lo entiendes?

—No necesito que salve a mi hija, sé que puedo darle todo lo que necesite, le pido que se retire antes de que me olvide por completo que aún es el esposo de Jungkook.

—¿Aún? —Pregunto sin entender.

—Jungkook dijo que va a divorciarse y no puedo estar más de acuerdo, no sé cómo Jungkook pudo amar a alguien tan despreciable como usted. —Jimin parecía no entender a lo que me refería, tal vez Jungkook aún no había hablado con él, pero estaba tan molesto para arrepentirme asi que tomé su brazo y lo saqué de la casa azotando la puerta en su cara

✓ ReSeT ✓•KookGi•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora