"¿Noche estrellada? Deberíamos mirarlas juntos. Aunque... tú estás un poco más cerca"
Reí.
No fue mi culpa que mi madre eligiera este departamento para rentar pero sí, yo estaba más cerca de las estrellas por un poco de distancia.Me recosté en mi balcón, tú hiciste lo mismo en el tuyo. Esa noche miramos juntos las estrellas, buscamos constelaciones y vimos una estrella fugaz.
¿Habrás pedido el mismo deseo que yo? Posiblemente.
No era la primera vez que miraba las estrellas desde ese punto, tu compañía hizo la diferencia de una manera muy significativa. Escuché tu voz pronunciar mi nombre cuando en nuestro mundo tú le colocaste el mismo a un estrella.
Fue mágico. Como la música que emitía la guitarra al ser tocada por ti.
Y cuando las estrellas estaban en su punto máximo, sucedió lo inesperado. Me pediste subir al balcón, a mi espacio, a ese lugar que jamás había compartido.
No me negué. Por increíble que parezca, jamás me negué, ni pasó por mi mente.
Fui tan egoísta y tú lo cambiaste todo.
Recuerdo que te miré cerca de mí bajo la poca luz, hablamos de las maravillas que esconde el universo y tú dijiste:
"No necesité mirar al cielo para descubrir mi estrella favorita. La tengo aquí, justo arriba de mí"
Me besaste.
Viajé a otro mundo.