Tocaste mi puerta, no sonaba como aquellas melodías emitidas por la guitarra, no para ti.
Mis pasos me dirigían a la entrada, la sonrisa no podía borrarse de mi rostro, no tenías idea de lo que te esperaba.
Nos vimos, cruzamos miradas, acariciaste mi cabello y yo tomé tu mano sintiendo algo extraño detenerse en mi corazón.
Encontraste tus maletas en mi departamento.
"No, no acepto reproches. Mi espacio no es lo mismo sin ti, te quedarás conmigo, este es tu hogar, aquí perteneces, Axel."