VI

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Los arreglos florales, muchos sirvientes corriendo de aquí allá llevando lo necesario para la boda de los líderes de Kert que se celebraría en un día, en cambio en una la de las habitaciones de la torre del castillo era ocupada por el joven mago de ojos celestes que miraba por la ventana sentado sobre las finas sábanas de la elegante cama.

- Madre, no te conocí pero no sabes lo que te necesito. Madre, porque nos dejaste solos -

Mientras se abrazaba a si mismo no podia detener su llanto al recordar todo por lo que había vivido desde niño.

Unos golpes lo sacaron de su estado, limpio sus lágrimas y dio la orden para que pasarán.

- Tetsuya -

- hermano, sucede algo? -

- los arreglos de la ceremonia estarán listos para mañana -

- bien, me alegra - dijo sin emoción

- Que te aflige querido, esa expresión en tu rostro me inquieta -

El más joven suspira desviando su deslumbrante mirada.

- sólo pensaba en nuestra madre, intentaba imaginar como era su sonrisa o si alguna vez me quizo -

La sonrisa amarga invadía de tristeza el corazón de Seijuro tomando en brazos al pequeño tetsuya.

- ella era muy amable, le gustaba ayudar a las personas, su sonrisa iluminaba el día más nublado. Se parecía bastante a ti querido, aunque tu belleza la supera por mucho -

- tuviste suerte, tu la conociste -

- es verdad pero nos amaba tanto que intento librarnos de la infelicidad dando su vida a cambio, pero no fue posible después de todo -

Ambos se quedaron abrazados hasta que Tetsuya fue cerrando los ojos hasta caer dormido.

- hasta mañana querido -

Acomodo su delgado cuerpo en la espaciosa cama cubriendolo con las telas, beso su sien y salió del cuarto, fuera se encontraba custodiado por un hombre de cabellos rojizos, que por ningún motivo se movía de ahí.

- su Alteza -

- acaba de dormirse, cuidalo -

- Si! -

El príncipe Seijuro se retiró dejando a su querido hermano a cargo de aquel guardián que había mandado a encerrar y golpear hace un día por haber tocado de forma indebida a su hermano y prometido, pero se preguntaba como sano tan rápido y se dio cuenta que fue obra de la magia de Tetsuya, algo había entre él y ese guardián, estaba seguro pero lo más importante era llevar a cabo la unión.

- Taiga...Taiga entra - Se oyó desde adentro de la habitación.

Con pasos dudosos el nombrado ingreso a los aposentos de su ángel, porque eso era para Taiga, un ángel caído del mismo cielo que iluminó sus días.

- crei que estaría dormido -

El joven sonrió y le resto importancia al comentario, sólo fingia para estar solo

- ven, acercate -

- pero su Alteza si su majestad volviese, pensaria que... -

- deja de pensar en minucias y siéntate a mi lado. O...es Que no quieres?-

- a eso se le llama chantaje -

MI MALDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora