MI MALDICIÓN

XXIV

Por la mañana libraba reuniones interminables con los consejeros y por la tarde atendía las quejas del pueblo personalmente. En los últimos días no hice más que ahogarme en trabajo y no existía segundo en el que no pensará en mis pequeños, Seijuro nunca se enteró de su existencia y sólo me queda esperar a que jamás lo haga, al menos no por ahora.

Este día en especial una tormenta habia azotado a Kert, parecía no tener fin y un mal presentimiento se instalo en mi pecho y me decía que algo malo estaba por suceder, si tan solo tuviese una persona de confianza para ir en busca de mis pequeños pero el Palacio estaba plagado de espías de Seijuro y eso impedía que pudiese moverme a gusto. Pero hoy por fin podría salir del palacio e ir a buscarlos, por desgracia mi magia aún no se habia restaurado y no podía usarla para encontrarlos, pero una cosa si era segura, sentía una energía bastante familiar y estaba muy cerca.

Dejándome llevar tome mi capa y salí en busca de aquella esencia, el camino me llevo hasta las afueras del reino ¿De quien se trataba? Tal vez Takao decidió volver aún en contra de mis órdenes o fue Tatsuya quien lo convenció de venir a buscarme o es que tal vez mis niños se encontraban mal y necesitaban de mi, pero en mi condición no podía ayudarlos si era necesario usar mis habilidades.

Esta cerca

La esencia de aquella persona era la que más deseaba sentir en ese momento pero tal vez mis sentidos me estaban traicionando.

"El rey Tetsuya ha proclamado que las familias de bajos recursos y madres  solteras recibirán tres bolsas de oro al mes"

" El Rey consorte visitó el orfanato y donó una cantidad insólita de oro"

"El Rey Tetsuya ha ordenado la revisión de los libros del tesoro real y resulta que  faltaba bastante dinero, dinero que fue desperdiciado en remodelaciones innecesarias en el palacio, mando a la horca a  muchos hombres por la falta"

"Su magia se ha vuelto más fuerte y se dice que muchos de los reinos enemigos se rindieron sin siquiera intentar ir a la guerra"

Las acciones de Tetsuya eran esparcidas de dicho en dicho por todo el reino, gracias a eso, Taiga no tuvo que entrar al Palacio con espada en mano y someter al rey para saber de Tetsuya.

Ahora sabía que su amado peliceleste estaba vivo y por lo visto no había perdido tiempo, sin embargo la tentación de ir abuscarlo era palpable, necesitaba verlo.

En otro lugar y al mismo tiempo la tormenta empeoraba a cada minuto y la situación no les favorecía.

- Esto es malo! - pronunció exaltado Takao - la fiebre no baja -

- tranquilizate, iré por ayuda mientras tu cuida de ambos -

Tsukishiro y Asahi no dejaban de llorar, unas horas antes una fiebre repentina atacó al menor de los gemelos, Asahi quien no paraba de llorar y tsukishiro imitaba a su pequeño hermano.

Los recién nacidos necesitaban de su madre de inmediato y Tatasuya se encargaría de llevarlo con ellos, aún si eso significaba entrar al Palacio Real por la fuerza, pero no tenía mucho tiempo y él camino era largo.

¡maldición! Se repetía, si tan solo Taiga no hubiera decidido dejarlos ese día y tal vez jamás volviese, es por eso que no podía contar con él en ese momento.