XVII

284 22 1
                                    

Los dias se mantenían a oscuras, la lluvia era constante y el sol dejo de mostrarse temeroso, Kert ya no era el reino más alegre, su gente estaba triste por ver sus tierras bajo el agua, el ganado comenzaba decaer y las flores morían. Nada podía hacer su gobernante, sólo su esposo podría despejar los cielos y mostrar la luz pero ahora era imposible verlo, se mantenía siempre encerrado en su cuarto y jamás salía.

La tristeza en su alma, que moria con cada sueño y renacia al despertar, atrajo la tempestad a su reino, mando a un grupo de hombres en busca de su amo pero ninguno trajo buenas noticias y el rey se negaba a traerlo de vuelta. La preocupación más grande en su alma eran esas terribles náuseas matutinas que habían aparecido hace treinta días, sabía la causa de esos males y ahora más que nunca debía encontrar al pelirrojo y salir en busca de su felicidad. Quedarse junto a Seijuro sólo causaria que el fruto en su vientre sufriera el mismo destino que él y eso no podía permitirlo, ahora entendía el suicidio de su querida madre, hizo lo que hizo para protegerlos a él y a su hermano pero el destino era cruel dándole los dones de su madre y condenandolo a su maldición.

- su majestad, puedo pasar? -

Los golpes en la puerta interrupieron sus pensamientos, era Takao, sólo a él le era permitida la entrada. La última vez que Seijuro intento ingresar por la fuerza, el castillo padeció bajo las llamas, desde entonces dejo de intentar y evitaba enojar a Tetsuya.

- adelante -

El joven pelinegro entro algo entusiasmado.

- como se siente hoy -

- como crees que me siento Takao -

El rostro del joven sirviente entristecido al escucharlo, también le dolia el estado de su soberano ya que con el tiempo llego a apreciarlo de verdad.

- disculpe por no poder hacer nada -

- esta bien - dijo acariciando su vientre plano e imperceptible a la vista, nadie debía enterarse, al menos no por ahora.

- ¿paso algo? Sabes que no me gusta que me molesten, si es por Seijuro no necesito saberlo -

- nada de eso Alteza - dijo sonriente mientras se acercaba - hace unos días vi a un hombre merodeando los alrededores, al principio tuve miedo pero un día se atrevió a hablar y pregunto si trabajaba en el castillo. En ese momento sacó una bolsa de dinero y me ofreció a cambio de traerle está carta, me pidió no contarle a nadie sobre esto y tuve que insistir quien era el remitente, en fin. Me dijo que lo había contratado un hombre pelirrojo e inmediatamente le pedí que aguardara mi regreso - dijo tregandole un sobre que inmediatamente fue arrebatado de las manos del joven.

- hiciste bien Takao ve con el hombre y pídele que vuelva mañana. Arregla un lugar fuera del castillo para reunirnos, quiero saber más -

- como ordene -

Takao obedeció de inmediato mientras que Tetsuya se sentaba en la cama abriendo el sobre con las manos temblorosas. Sus lágrimas comenzaron a brotar mientras leía cada palabra escrita.

"Mi dulce príncipe me han alejado de su lado para llevarme a un campo de entrenamiento muy lejos de Kert. Todos los días he vivido al borde de la muerte pero lo único que necesito para recobrar fuerzas es imaginar su rostro.

Mis heridas no son nada comparado con el dolor de mi alma al no verlo mas, febo confesar que le tengo miedo a la muerte, pero mad miedo tengo a perderlo por siempre.

No debe preocuparse por su siervo que sólo quiere volver a ver su cálida sonrisa.

Siempre suyo Kagami Taiga"

Estrecho contra su pecho la delgada hoja de papel como si fuera el pecho de Taiga a quien estuviera en sus brazos, su corazón por fin después de tanto tiempo de sentía tranquilo y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. Taiga estaba vivo! Eso era lo que más importaba.

- señor he contactado con el hombre y lo he enviado a una cabaña que en las profundidad de los bosques, nadie sabe de ella excepto usted y yo, por su puesto -

- muy bien trae mi capa y te veré afuera-

- como ordene -

Tetsuya cerró los ojos mientras una luz vibrante comenzó a rodearlos y en pocos segundos se encontraba fuera del castillo, poco después llego Takao con un caballo para Tetsuya.

- bien hecho Takao -

Ambos subieron y se apresuraron para llegar al sitio, en cuento el animal paro Tetsuya bajo y corrió a la cabaña. Un hombre de mediana estatura se enco traba de espaldas mirando por la ventana.

- voltea a verme - ordenó.

Este hizo lo pedido viéndose cara a cara con Tetsuya.

- su majestad -

- como te llamas y donde está Taiga -

- mi nombre es Tatsuya, es un honor verlo en persona -

- No necesito de las formalidades! Sólo dime donde está él! -


MI MALDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora