VII

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Al terminó de la consagración de unión la ceremonia de coronación dio inicio.

- hoy día sagrado, ante la mirada de los dioses jura gobernar los territorios de Kert, respetar las costumbres del pueblo en todas sus leyes con audacia y misericordia?

- Juro solemnemente -

Capa carmesí se depositaba en los hombros del nuevo gobernante, la corona fue depositada en su sien y el báculo fue entregado en sus manos.

- Que los dioses lo guíen y protejan. Aclamemos a su majestad, rey Seijuro de Kert -

- larga vida al rey! -

- larga vida al rey! -

- larga vida al rey! -

Gritaban fervientes aclamando a su nuevo soberano. Los nobles, Duques, marqueses, condes y señores pasaban uno por uno colocandose en posicion de juramento para presentar vasallaje.

«Yo, me convierto en vuestro vasallo y devoto servidor en la tierra, y, leal y honestamente, os juro vivir y morir en vuestra defensa contra cualquier enemigo. Que los dioses lo bendigan, a usted y a nuestra reina»

Terminado el acto se sucedio al banquete real, dividiendo las mesas en dos, la de la nobleza y los plebeyos.

- Mis más gratas felicitaciones, les deseo lo mejor -

- gracias -

- rezaré a la madre luna para que los bendiga con muchos hijos -

- muchas gracias -

Las felicitaciones de parte de algunos gobernantes de lejanos reinos y hombres poderosos en el comercio.

Discretamente Tetsuya susurro en el oído de Seijuro.

- Hermano, quiero descansar. Puedo retirarme? -

- Tetsuya deja de llamarme así, ahora somos esposos y exijo respeto -

- Si, lo siento -

- sube, las criadas prepararon nuestro aposento, esperame despierto hasta que termine de atender los asuntos del reino -

- Si -

Una reverencia fue suficiente para emprender camino a su, ahora lecho de su esposo.

- su ropa está lista, su Alteza, quiere que le ayudemos a cambiarse? -

- No, es todo retirense -

Las doncellas salieron en silencio mientras que en la soledad de la habitación las ropas se deslizarán hasta quedar en el piso, dejando su piel desnuda a la luz de la luna.

- madre luna, tu  que das la bienvenida al anochecer iluminando la tierra oscura. Diosa de todas las magias que vive de noche,
que nos envuelve con sus rayos de luz plata, protege a quienes amo,
neutraliza a nuestros enemigos,
danos paz, salud y prosperidad.
Escucha mis palabras oh gran Madre y que mi alma la magia porte, enviad vuestros poderes a mi reino,
y haced verdad mi voluntad.
Por el poder que me has consedido del cielo,  la tierra y el mar. -

Era una costumbre rezar a su diosa las noches de luna llena y ahora, más que nunca, se encontraba en lo más alto del cielo, tanto que opacaba el fulgor de las estrellas.

Se puso las ropas tradicionales que consistían en una bata blanca casi transparente de la seda más fina para esperar mirando hacia la luna que su esposo llegará y reclamara su virginidad. Porque si, se mantuvo virgen hasta ese día, lo más que quería es perderla con su amado pero la realidad era distinta.

Horas y horas pasaron y en ningún momento dejó que sus párpados se cerrarán hasta que finalmente la puerta se abrió mostrando a Seijuro.

- Te estaba esperando -

- al fin, la noche es nuestra y hoy reclamare lo que por derecho me pertenece -

- Si... -

La primera experiencia sexual de Seijuro fue hace un par de años con una bella chica que no pasó de una noche , en cambio para tetsuya era la primera y aunque alguna vez escucho sonidos, casi susurros, por parte de algunos guardias encerrados con las criadas del palacio cuando niño, no fue suficiente para este momento.

Sus movimientos torpes y temerosos lo delataban.

- tranquilo -

Susurro y beso la sien de su amante

- relajate, yo me encargaré de todo -

No había prisa tenía la noche entera para descubrir el cosumamiento del matrimonio. Primero tomo sus labios y despacio fue recostandolo sobre la cama, cada acción seguía pasos delicados, sentía como era despojado de sus prendas y su esposo hacia lo mismo con sigo mismo.

Sus labios comenzaron a recorrer  desde su marcada clavícula hasta su vientre.

- n  no  ese lugar -

Jamás nadie le había tocado ahí pero si sabía que era una parte importante de su cuerpo para el acto sexual.

- es necesario que toque aquí - señalaba - es normal, de ahora en adelante este será la unión de nuestros cuerpos -

Con el marcado sonrojo se limitó a asentir abriendo con lentitud sus temblorosas piernas, era su forma de consentir sus actos en silencio. Los actos de felación continuaron dejando escapar pequeños pero gratificantes suspiros por los toques.

Tetsuya tenía una cintura delgada al igual que la conformidad de su cuerpo propio, en cambio Seijuro tenía los músculos marcados y espalda ancha.

Las caricias y besos robados llegaron al momento más intenso del acto sexual, la penetracion, al ser la primera vez del más joven sería sin duda doloroso. Primero la cabeza del miembro del pelirrojo se fue internando despacio hasta conseguir ingresar por completo.

- duele ah por favor...no -

- tranquilo shhh - susurraba en su oído logrando que los mechones del cabello rojizo cosquilleara la hendidura del cuello blanquecino - ya pasará...solo aguanta -

- duele mmhf duele mucho -

El dolor era insoportable que el placer previo se esfumó por completo reemplazado por gruesas lágrimas que surcaban sus mejillas. Sin esperar ni preocuparse demasiado Seijuro comenzó arremeter contra su entrada.

- mmg mmg mmg -

El celeste sólo pudo morderse los labios hasta que todo pasara, sólo emitiendo gemidos de dolor que eran interpretados de diferente forma por su esposo. Sabía que no podía ir en contra de los deseos de su majestad, sólo obedecer y callar.

Cuando el acto terminó el se encontraba dormido casi inconsciente, no siendo consiente que su más fiel guardián se encontraba a pocos pasos de la habitación, había sido testigo del dolor de su amado pero nada podía hacer, tan sólo golpear la pared una y otra vez hasta romper sus huesos...

MI MALDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora