MI MALDICIÓN

XXVII

- hermano! -

- Tetsuya -

Las pequeñas manos del peliceleste rodearon el cuello de Seijuro, ambos se encontraban jugando en el jardín.

- Qué haces aquí Tetsuya, deberías estar con las nodrizas -

El pequeño oculto su rostro en el cuello del mayor queriendo olvidar lo dicho, la verdad es que esas mujeres lo lastimaban cuando nadie más estaba cerca pero no deseaba acusarles problemas.

- ...me aburría mucho...je je  -

- Esta bien, quieres ir por algo de comer? -

- No...aun falta para la hora de la cena -

Ser parte de la realeza no era tarea fácil, las normas dictaban los sitios de ingesta de alimentos, fuera de ellos era mal visto que comieran. Aún así a Seijuro no se le negaba nada y complacer a su pequeño hermano era su prioridad.

- No te preocupes,  mientras este junto a ti puedes pedir lo que sea -

- ...lo que sea ? -

- Lo que sea - afirmó Seijuro.

Ambos sintieron y se la pasaron jugueteando el   resto de la tarde, pero el corto momento que pasaron juntos fue interrumpido por la mano derecha de su padre.

- Qué los dioses del día y la noche bendiga a su familia - saludo el hombre.

- Le ruego a los dioses - respondieron ambos niños.

- el rey ha pedido ver al príncipe Seijuro, dice que es urgente -

Al oir la demanda, Tetsuya entristecio, Seijuro debía irse y lo dejaría sólo pero no podía molestarlo con sus necesidades, su hermano era el príncipe de la corona y el un simple hijo no deseado.

- Pero... -

- Ve -  interrumpio Tetsuya - debes ir o padre se molestará, yo estaré bien - dijo intentado sonreír - saluda a padre por mi y hazle llegar bendiciones.

A Seijuro no le quedo otra opción más que seguir al consejero dejando sólo a a su pequeño hermano.

Tetsuya aun no cumplía los 6 años pero era muy listo y amable. Continuo jugando en los jardines persiguiendo mariposas, desafortunadamente no vio cuando se interno demasiado en el bosque y cuando se dio cuenta, no encontraba el camino de regreso.

La noche comenzaba a cubrir el cielo y junto a ella la diosa que bendecia y cuidaba a su reino mientras todos dormían. Cerró sus ojitos pidiendo a la diosa que por favor lo regresara a casa.

- Tengo miedo...quiero volver con mi hermano ... - decía entre llanto y llanto.

De repente una extraña melodía comenzó a inundar sus oídos, era casi hipnotizante, lo condujo hasta un lago de cristalinas aguas iluminada por el fulgor de las luciérnagas.

- Qué haces aquí a estas horas pequeño - escuchó y al voltear se encontró con una hermosa mujer de piel y cabellos blancos como las nubes.

- No encontraba el camino a casa...y entonces te escuche -

La mujer sonrio conmovida quedando curiosa ante ese niño, jugaron y conversaron hasta el amanecer, desde entonces Tetsuya solía reunirse todas las noches para jugar con ella y más tarde conmovido por la ternura de la mujer, Tetsuya creyó firmemente que se trataba de su madre y se encariño.

- Mamá! cuando crezca seré un rey amable y bondadoso, dejaré que todos sean libres y así serán felices por siempre -

- Mi pequeño... -

- Y te tendré muchos hijos -

Aquellas palabras resonaron en la cabeza de la diosa, un hijo sólo suyo era lo que por tantas eras había deseado y que mejor oportunidad que esa.

- En serio? -

- Si y ya jamás estarás sola -

- Entonces hagamos una promesa. Yo te daré el don y tu me darás un hijo que jamás me dejará sola -

- Un Don...? -

- Así es. Te daré la fuerza para luchar contra tu destino y podrás huir hasta de la misma muerte -

El pacto fue sellado frente al claro de agua dejando por sentado la promesa que lo condenaria.

Dias después...

- quiero mostrarle algo a Seijuro -

El niño se separó del abrazo y retrocedió un par de pasos.

- mira - posicionó sus palmas  una frente a la otra, como esperando que se formara algo y efectivamente, una hermosa luz brillante tomaba forma de una hermosa mariposa que salió volando revoloteando al rededor de Seijuro.

- Que hermoso - sonreía el príncipe mientras seguía con la mirada al ser de luz - cuando aprendiste a hacer eso - preguntaba sorprendido

- No lo sé - decía inocente el más pequeño.

- se lo mostraste a alguien mas? -

- No - dijo triste - porque papá está ocupado y tu te fuiste por mucho tiempo -

- debemos decírselo a padre, ven -

Yo en este momento con los últimos dos capítulos subidos