❀ Existen muchas formas de amar, en esta vida hay diferentes maneras de querer, de adorar... pero la manera en que KyungSoo y JongIn terminan amándose es definitivamente la mejor.
❀ Conjunto de drabbles y viñetas KaiSoo y SooKai por su mes especial...
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KaiSoo
1340 palabras; viñeta.
Cuando los malentendidos llegan, JongIn le demuestra a KyungSoo que en verdad lo quiere.
School!AU, slight!drama, romance.
Propuesto por mi~
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ㅡ KyungSoo... ¿Me dejas explicarte?
La voz de JongIn tenía un toque de desesperación impresa en cada una de sus palabras.
Pegó su frente a la puerta una y otra vez de manera calmada, mientras respiraba profundamente y seguía sin escuchar murmullo alguno detrás de la puerta de la que llevaba parado más de quince minutos.
ㅡ KyungSoo... no voy a irme. ㅡ declaró, golpeteando ligeramente con sus manos la superficie de la puerta otra vez.
El muchacho que era alto y de tez morena se giró para darle la espalda a la maldita puerta y se dejó caer, resbalandose por la misma, apoyando la espalda para deslizarse con facilidad hasta sentarse en el piso, sin esperanzas de que su novio le abriera.
ㅡ Nada de lo que estás imaginando es verdad, lo prometo.
JongIn suspiró, con el corazón atormentando su pecho puesto que dolía, le dolía estar en esa situación y no poder tener la oportunidad de explicarse. Pero le dolía más que KyungSoo pensara que le había fallado pese a todo lo que él había dicho que no haría.
Do KyungSoo no era cualquier chico, era un buen muchacho que llevaba buenas notas pese a que estaban ya en la universidad. Estudiaba una ingeniería y se la vivía detrás de un montón de libros desde que JongIn podía recordar.
Así lo había conocido, después de todo. Así se había enamorado y había caído por él, con esa pinta de sabelotodo, con los cabellos bien peinados pese a lo rebeldes que eran, a JongIn le gustaba pasar sus dedos por ellos para peinarlo y sentirlos deslizarse con suavidad.
Aquellos grandes ojos enmarcados en unas gafas de pasta gruesa que amoldaba su nariz, y una perfecta boca que JongIn había esperado tanto por besar.
El tiempo correcto, enamorándolo con palabras, con miradas poco apropiadas y con la confianza necesaria que necesitaba brindarle para hacerle saber que él era JongIn, el chico en quien podía confiar.
