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Cuando desperté, me sentí mejor, solo un poco mejor, mi padre se encontraba hablando con una de las enfermeras que me atendía, aparecer me iban a dar de alta aquel mismo día, la luz del sol alumbraba por completo la habitación y de algún modo el hospital no lucia tan triste como la noche pasada mas bien lucia algo cálido –Cristina , regresare en una hora, espérame aquí –Se notaba apurado, así que solo moví mi cabeza de arriba a abajo para darle a entender que está bien, se fue corriendo, no pude preguntárselo...

Aún seguía pensando en aquella mujer, pero me alegra que no me encuentre con ella, sin embargo desde que abrí los ojos tuve un sabor amargo, y aun lo sigo teniendo; todavía no entiendo como llegue a esto, lo último que se me viene a la mente fue que yo me encontraba con ella, en el departamento, estaba alimentando a Snowy, un gato que había adoptado, le había abierto una lata de atún como de costumbre hasta terminar de alistarme y dirigirme directo al colegio pero...recuerdo perfectamente que si fui, sin embargo al regresar a casa solo vi algunas cosas fuera de su sitio, como si nos hubiesen asaltado mas no recuerdo nada más.

Salí del cuarto, quise caminar despegarme de ello, cuando di vueltas por los corredores del hospital desde lo lejos escuche algunos gritos, quise ignorar aquellos gritos pero parecían pedir ayuda, camine con algo de prisa, sentí que el tiempo se acababa hasta que los gritos cesaron, al llegar a la habitación donde los gritos provenían al ver que los gritos eran de una mujer dando a luz, aquella mujer parecía lucir feliz al ver a su bebe y su pareja al igual lucia contento ,pero aquel hermoso momento era insignificante para mi... talvez sea porque no los conozca –¿Es hermoso verdad? –a mis espaldas se encontraba alguien haciéndome una pregunta, al voltear repentinamente vi aquel tipo, alto, rubio, delgado y de un color peculiar en los ojos –. ¡Hola!

Sigilosamente nos retiramos del cuarto, para dejar a aquella pareja disfrutar de un momento especial; cuando me saludo lo primero que hice fue retirarme, sin ninguna expresión lo deje con la palabra pero de alguna manera él era muy molesto, no paraba de hablar o mas bien de seguirme por todas partes donde iba, sentí algo de lastima por el tipo, parecía tan cansado y lucia pálido, me senté en una banca cerca de una terraza que se encontraba en el mismo piso, el sol no alumbraba tanto ,aun siendo las 9:30 a.m. , cuando mire alrededor ,me percate que éramos los únicos en aquella terraza, lucia contento, eso me incomodaba –Detente por favor –lo dije sin pensarlo –.¿El qué? –parecía tan desconcertado al decirle eso, me quede callada y hubo un silencio incomodo hasta...

–Me caí de las escaleras, es por eso que estoy aquí –. Gire mi cabeza por un instante y por un momento nuestras miradas se cruzaron, ese mismo instante el alzo su brazo derecho y me mostro la cicatriz de ello, luego me mostro una gran sonrisa – Pronto sanara y quedare como nuevo.

–Dime, ¿Por qué estás aquí? –su rostro expresaba una inmensa curiosidad y también tenía una mirada que parecía decir que no me dejaría en paz si no se lo dijese –. Lamento decirte que ni siquiera yo sé cómo llegue aquí. 

SIN PALABRASWhere stories live. Discover now