– ¡Oh santo cielo! –dio un brinco, mi padre logro escuchar su grito y vino corriendo a mi cuarto, cuando me vio también se quedó petrificado, al parecer las heridas lucen peor en la luz, las niñas se encontraban durmiendo pero los gritos de su madre las despertaron, salieron del cuarto pero mi padre reacciono a tiempo y las llevo a su cuarto de nuevo –. Niñas a la cama –si así reaccionaron ellos probablemente hubiera hecho sentir horrible a aquellas niñas o perturbado. Entre al cuarto junto con Evelyn, me ayudo con vestirme y me cambio las vendas –Duele.
–Perdón, aguanta un poco mas –la parte que mas me dolió fue la del abdomen, en esa parte estoy repleta de heridas –Listo.
–Gracias –me puse el cambio de ropa que me había traído, una blusa y un pans, me recosté en la cama y quede exhausta, tomo una sábana y me arropo –. Buenas noches.
Cerró la puerta y al igual que yo cerré mis ojos y me quede dormida.
Me desperté y encima de mí se encontraba algo pesado, cuando abrí bien los ojos era Snowy, el acostumbraba acostarse encima de mí – ¡Snowy! –intente sentarme en la cama abrazarlo pero aún me dolía todo –. Te extrañe, peludo.
Lo abrase aun estando acostada, pensé que él estaba muerto o algo parecido, que bueno que solo fue una pesadilla; me pare de la cama para alimentar a Snowy como siempre, me levante y me dirigí hacia la cocina, mientras bajaba las escaleras estuve a punto de tropezarme pero esta vez no me caí, me sujete duro de las banderillas de las escaleras, Snowy me seguía el paso mas bien él fue el primero en bajar, al llegar a la cocina me encontré con Evelyn, preparando tocino –Vaya despertaste, ¿Qué tal amaneciste? –me saludo con una gran sonrisa, una muy cálida.
–Bien, buscaba una lata de atún para Snowy –mientras seguía cocinando el tocino, con la espátula señalo el lugar donde se encontraba la comida para Snowy –. ¿Dónde están los demás? –hice una pregunta casi obvio, hoy era jueves por lo que las niñas de seguro estaban en clases y mi padre en el trabajo –. Las niñas están en la escuela, tu padre recogió tus cosas y luego fue a ver las cosas acerca de tu madre...
–Ya veo –retiro la lata de su lugar y lo abro, al destaparlo hice una mueca por el mal olor que siempre hacia, "no sé cómo le gusta esto" estaba pensando –. Debo ir a clases –lo dije sin pensarlo dos veces, ella me vio de una manera desconcertada como si dijese "¿con esa condición, actual?".
–Hablando acerca del colegio... tu padre hablo con migo y me dijo que te cambiara de colegio, uno que se encuentra por el vecindario –no dije nada, me quede callada, mientras bajaba la lata de atún y lo ponía enfrente de Snowy para que empezase a comerlo –. Mientras estabas hospitalizada tu padre visito tu colegio y decidió sacarte de ahí.