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Abro la ventana cuidadosamente, Snowy empieza a maullar, le acaricio la oreja hasta que deja de hacerlo, al salir de la ventana veo en mi entorno para encontrar una manera de bajar, se perfectamente que mi estado no es el adecuado para escapar de esta manera pero ¿Qué puedo perder?, a lado de la casa se encuentra un árbol grande, mientras bajo puedo ver desde afuera la cocina, desde lejos noto la cara de las niñas mientras juegan en la sala, tengo que ser precavida. Al bajar del árbol, sin darme cuenta mi pie izquierdo pisa mal causando que me callera, en vez de pensar en mí solo esperaba que la caída no haya sido tan ruidosa como para que se dieran cuneta, intente pararme pero cada esfuerzo que realizaba me dolía todo como cuando solía estar en el hospital.

Logre pararme por mi misma, camine lo mas rápido y lejos de la casa, no sabía a donde dirigirme por lo que mire en mi bolsillo cuánto dinero tenía y me alcanzaba para un helado. Al ser un nuevo vecindario no sé cómo poder entretenerme aquí, donde solía vivir era en el centro de la ciudad ,sin embargo no me divertía muy seguido, pero hoy no será la excepción, empecé a caminar por varios lugares, solo veía casas y casas ni siquiera un parque parecía estar cerca, mientras avanzaba vi a un par de chicos venir hacia mi dirección con bolsas de un supermercado, al parecer en este lugar no les importa vender alcohol a menores, camine despacio y me encapuche el rostro para no atraer la atención, mientras avanzaba más y más uno de los chicos me dirigió una mirada asesina para apartarme de su camino y lo hice, no quiero problemas, gracias a que vi por dónde venían pude encontrar el supermercado.

Al entrar lo primero que note fueron las miradas en mí, era de esperarse estoy vestida como si planease robar algo, me fui hacia la sección de helados, no quise nada grande así que solo compre una paleta. Mientras veía en la sección de paletas escuche algo, una voz desde lo lejos, trate de ignorarlo pero sin esperarlo cuando voltee hacia atrás note que por un momento mi suspirar se iba.

–Tiempo sin verte. Tan alto como siempre, y su cabello un desastre así como el.

Me quede callada y solo me quede viéndolo, volvió mi cordura en menos de dos segundos y saque de la nevera una paleta de limón – también me alegra verte, no tenías por qué preguntar Cristina­­­ – "no sé cómo reaccionar ante esto, es algo raro para mí" o eso pensaba decir–. ¿Adrián, verdad?...

– ¿enserio no me recuerdas? –no sabía cómo contestar a esa pregunta ­­–.Bueno no importa, no esperaba que lo recordaras.

Aun diciendo eso mientras él sonreía tan natural me dolía bastante, sin pensarlo puse mi mano en mi pecho – ¿te encuentras bien? ¿Aún no te recuperas? – solía pensar que todo el mundo en realidad solo es una mierda, nunca encontraras personas que se preocuparían por ti aun por mas falso que sea –. No te preocupes, me encuentro mejor que cuando nos encontramos.

Fuimos a caja juntos, el compro una botella de agua fría y yo una paleta de limón, al salir del supermercado el me llevo a casa, ya que no recordaba como regresar allí, mientras tanto en el camino solo hablábamos.

SIN PALABRASWhere stories live. Discover now