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– ¡Tu! ¡Idiota, te dije que descanses! –Aparece Maira con un sándwich en su boca, con solo haber escuchado las primeras palabras Adrián se agacho el rostro y se ocultó de ella –. No tenía nada que hacer.

–Si no fuera por la caída y por el estado en el que te encuentras ahora, te daría una paliza.

No sabía con exactitud lo que ocurría aquí, viendo la manera en como ellos se llevan, entiendo perfectamente que ellos son amigos o talvez más, "no importa" me decía pero "¿Por qué me sigue importando" me preguntaba; Adrián estaba riendo de la menera como Maira le insultaba pero a la vez se intimidaba de ella, luego los dos recordaron mi existencia y voltearon a verme.

Me explicarón su relación y se disculparon por la manera en como reacciono Maira respecto Adrián.

–Oh disculpa Cristina –dijo ella al terminar de regañarlo –. No te preocupes.

–Permite me presentarte a este idiota, él es Adrián un viejo amigo de primaria –me sorprendió cundo dijo "viejo amigo", nunca creí que una amistad así podría durar –. Pero creo que no hay necesidad de hacerlo, ustedes se conocen ¿no?

No supe que decir al instante, viendo la situación planeaba decir "no" sin embargo alguien me gano –Si, la conocí recientemente, por el vecindario –Maira volteo hacia mí para que le confirmara lo que acababa de decir Adrián, entonces respondí con un "si". El día paso rápido, el receso había acabado y todos entraron al salón de nuevo, los profesores que me dieron el día de hoy, solo decían "Bienvenida" y esas cosas.

El día había acabado, Maira intentaba hablar conmigo en todo el día mas no podía ya que cada profesor la terminaba regañando, mientras eso pasaba, Adrián se reía de ella.

Camine por los pasillos al terminar las clases, no sabía qué hacer ni siquiera pregunte a Evelyn si me iría por mí misma o simplemente la esperara, en momentos como estos necesito mi celular...

Avance hasta el comedor, al parecer ahí se encontraba un reloj enorme, pegado justo al frente de los alumnos, claro, tampoco era gigante, ligeramente resaltaba, me senté por un momento en una de las mesas del comedor, al estar en el segundo piso la vista es mucho mejor, no había nadie, al parecer todo el mundo se había ido por completo, en la mesa donde me senté una ventana se encontraba, si bajaba mi mirada podía ver aquel callejón pero a la vez si alzaba la mirada podía ver el cielo y la luz.

–Mmm...son las 2:30 p.m. esperare solo media hora –me decía a mí misma al ver la hora, no habían marcado tarea así que prácticamente no tenía nada que hacer, seguía observando aquel paisaje, los arboles rodeando aquellos edificios y las nubes amontonándose entre ellas mismas "luces patética". Últimamente escucho más seguido aquella voz, mi voz diciéndome eso, en los momentos en el que me encuentro tranquila esa palabra aparece.

"piensa en algo más", me repito mientras busco alguna manera de parar eso.

–Adrián.

SIN PALABRASWhere stories live. Discover now