Le di una patada en los bajos, se cayó en el suelo y permaneció así durante unos segundos – ¡Atrápenla, idiotas ¡– aquellos dos me tomaron por mis brazos, intente quitarlos a la fuerza pero no podía –. No me contendré, maldita.
Se paró en frente de mí y lanzo su primer golpe en mi estómago, me saco el aire, después de del primero continuo con el segundo, y siguió, parecía que no acabaría; con esta condición lo más probable es que no termine bien al acabar –Michael, deberías detenerte – decía el que estaba a mi lado pero no resulto bien para él, Michael le dio un puñetazo en el rostro, el otro tipo solo se quedó callado y se quedó parado sujetándome, el puño fue tan duro que aquel tipo se quedó tirado en el suelo, probablemente estaba inconsciente. Me volvió a dar en el estómago, era como su saco de boxeo.
– ¡MICHAEL! ¡DETENTE, PORFAVOR!
Fue un error que quitara sus ojos en mí, di una patada de nuevo hacia él, esta vez fue en el estómago y al mismo tiempo me fui hacia atrás y empuje al tipo que me sostenía a la pared, le quite el aire, di una vuelta y al sujeto le di una patada en los bajos, y acabando con el termine golpeándole en el rostro mucho más que al otro tipo.
–Sí que estás loca – Michael recupero las fuerzas y me jalo del cabello para que dejase de golpear a su amigo, luego me tomo hacia la pared e intento ahorcarme, "es mi fin" pensé por un momento hasta que Adrián lo alejo de mí, los dos se cayeron juntos, fui tras Michael antes de que él vaya hacia Adrián me puse encima de él y lo ahorque, justo en ese instante no veía aquel tipo si no a aquella mujer, sonriendo, esa sonrisa enfermiza ,siempre la odie.
–Muere...Muere... –no me detuve y no quise hacerlo, no la quiero ver nunca más, nunca...
–Cristina... –la cara de Adrián parecía que había visto a un demonio y no podía ver como él me tenía miedo, deje a aquel tipo, aún seguía vivo, los tres estaban vivos pero muy mal heridos, justo cuando me levante e intente ayudar a Adrián la venda de mi cuello se cayo enfrente de sus ojos, el vio las marcas y se notaba por la manera en como reacciono al verme, intente vendarme pero mis manos me temblaban, ahora el desastre era yo.
–Gracias – dijo el mientras tomaba la venda y me lo ponía alrededor del cuello, estaba nerviosa por como reaccionaria al verme en ese estado –. Tonta, debiste ser más cuidadosa, en situaciones como estas la chica no sale a pelear.
–Deja te ayudo –dije mientras lo ayudaba a caminar –. ¿Por qué hicieron eso...?
–Bueno esa es una larga historia – decía mientras intentaba no desmoronarse por los golpes.
–Bueno tengo todo el tiempo del mundo.
Como siempre no hacía falta aquella tonta sonrisa, que hacía que mi corazón se estremeciera.
