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Adrián es mucho más alto que yo, por lo que solo pude llevarlo por la espalda, y sus pies estaban siendo arrastrados, intente cargarlo, no pesaba en absoluto, corrí lo más rápido que pude, me dirigía hacia la enfermería, mientras pasaba por los pasillos los demás solo me miraban, los chicos aguantaban la respiración para no reírse, otros solo miraban, lo único que hacían eran darme espacio; al llegar a la enfermería en ese mismo instante Maira estaba a punto de salir, ella me vio, y vio que llevaba conmigo a Adrián.

– ¡Maira! ¡¿Se encuentra la doctora?! –dios tres pasos hacia atrás para dejarme verla, deje a lado mis pensamientos acerca de que ella se parecía a aquella mujer, me acerque a la camas y lo deje ahí, la doctora lo reviso.

–Al parecer esta inconsciente, tranquilas el despertara lo más probable en veinte minutos.

–Ok –dijimos Maira y yo –. Maira llama a su madre –dijo aquella persona.

–Iré a la dirección para llamarla –yo solo me había quedado ahí parada, mirándolo, esta sensación es algo nostálgica...

–Supongo que si te pido que regreses a clases, no lo harás ¿verdad? –dijo ella –. No, me quedare hasta hasta que vengan por él, probablemente me pidan una explicación de como sucedió esto.

–Buen punto –se acercó a mí, se puso a mi lado –. Relájate, despertara –decía ella mientras ponía uno de sus manos en mi hombro.

–Iré informar esto a dirección, quédate aquí hasta entonces –afirme con la cabeza y ella dejo el lugar.

"Hoy será un buen día", pensé en aquella frase y me molestaba conmigo pero no sabía porque, no estaba mal herido, solo se cayó de las escaleras, "despertara" me decía constantemente.

¿lo ves? Lastimas a cualquiera que está cerca de ti cariño

–No es cierto, esto fue un accidente.

Probablemente, aun así, dime entonces ¿Por qué sientes culpa?

–No lo sé... por favor solo vete, no quiero escuchar ahora –luego de ello, su voz se esfumo y al mismo tiempo escuche otra voz...

– ¿Con quién hablas? –Pregunto Adrián mientras se sentaba en la cama –. Con nadie, solo conmigo misma.

–Ya veo, ¿Qué paso? –Pregunto mientras se agarraba de la cabeza –Dios, me duele bastante la cabeza.

–Te caíste de las escaleras –me quede mirándolo por un momento, luego el intento pararse de la cama –. Tienes que reposar, Maira fue a que llamaran a tu tutor, solo espera.

– ¡Adrián! –la voz de una mujer, a punto de derrumbarse, apareció en la enfermería.

SIN PALABRASWhere stories live. Discover now