Lucia decepcionado con mi respuesta por lo que se paró del asiento y se puso en frente de mí y me miro directo a los ojos, al verle más de cerca él era mucho más grande que yo, quería ver aquellos ojos que no pude ver pero cuando alzaba la mirada el cuello me dolía tanto como para reaccionar al instante - ¿estás bien? ¿Te duele mucho? - al ver cómo pone uno de sus brazos en mi cintura y apoya mi brazo en su hombro, me aparte inmediatamente de él -. Puedo caminar por mí misma - Me aleje de él pero por mi mala suerte uno de mis pies decidió tropezarse en frente de la persona que negué su "ayuda".
-No seas terca, ¿Dónde se encuentra tu habitación?
-Es el Núm. 61-A.
-Bueno, al parecer no esta tan lejos - Me levanto y empezamos a caminar, una enfermera se había cruzado con nosotros y nos dijo si requeríamos de su ayuda, él le dijo que todo estaba bajo control; cada paso que dábamos, me dolía, al parecer lo que me había sucedido fue muy serio.
- ¿Te peleaste o algo parecido? -pregunto como si nada y se notaba un poco de preocupación -. Solo me desperté aquí y al despertar me di cuenta que ya tenía todas estas heridas cubriendo mi cuerpo por completo -al terminar de explicarle eso se me vino a la mente si tuve una pelea con aquella mujer, puede que me haya peleado con ella eso explicaría la manera por la que mi padre se quedase en el hospital, pero si ese fuese el caso... ¿Qué paso con ella?
- ¡OYE! -Salte de la sorpresa - ¿En qué piensas? Te quería preguntar algo pero no me escuchabas así que no me diste otra opción más que gritarte -. Perdón, recordé algunas cosas, ¿Qué querías preguntar? - hizo un pequeño berrinche acerca de que lo estaba ignorando, aunque si era verdad, hasta que se puso un poco serio para solo hacer una simple pregunta -.¿Cómo te llamas?
-Cristina.
-El mío es Adrián.
Aquellos ojos celestes se parecían tanto como aquel cielo que una vez quise tocar, y hundirme lentamente en el...
