Omnisciente.
—¡Ocho! —gritó Octavia, asustada, al ver a la chica caer al suelo inconsciente. Le sacó la máscara, dejando a la vista todas las heridas que tenía en el rostro gracias a las recientes peleas.
—¿Te hizo daño? —preguntó su hermano, acercándose.
Ella, un poco desesperada al ver el cuerpo inmóvil de Ocho, le dio un golpe en el pecho para que se aleje y se acercó a la pelirroja. Su pecho no hacía ningún movimiento, lo que la hizo asustar.
Tal vez ella no fue quien la salvó, pero sí fue su amigo. Sin él, cualquier otra cosa podría haberle pasado. Y Ocho, a pesar de que no la había tratado muy bien en esa cueva, también la ayudó, incluso después de cómo la había tratado cuando se conocieron. Y antes de que Bellamy entrara a la cueva ella estaba liberándola.
—¡Clarke! ¡No respira!
Nathan Miller, el chico que la golpeó, abrió sus ojos, sorprendido, y la miró. Su intención no era matarla, y saber que tal vez el golpe había sido demasiado fuerte lo asustó.
—¿La maté? —preguntó, preocupado.
La rubia se acercó a la pelirroja, preocupada y le tomó el pulso.
—Por Dios, Octavia. Sí respira —soltó un suspiro de alivio.
Bellamy y Miller la agarraron para llevarla al segundo nivel de la nave, donde tenían también a Lincoln.
Bellamy y los demás lo habían golpeado y amarrado, en busca de respuestas. Él hombre gruñó y se sacudió al verlos con ella.
—¡Bellamy! ¿Qué haces? —le preguntó Atom al ver a Ocho. Bellamy la ató como tenían atado a Lincoln, solo que a ella le taparon los ojos como los tenía el primer día en la nave.
—Si la tenemos a ella, el terrestre dará respuestas —respondió.
—¿Cómo estás tan seguro? —preguntó el otro.
—No lo estoy.
—¿O sea que la tienes aquí para torturarla sin saber si funcionará o no? —el morocho asintió como si no hubiera ningún problema con eso.
Los manos de Ocho se pusieron moradas, ya que la ataron tan fuerte que se le había cortado la circulación.
Atom, al ver eso, se acercó y aflojó un poco las muñecas de la chica. Apenas lo hizo, ella despertó y tomó su muñeca para doblarla.
—¿Atom? —preguntó, reconociéndolo con solo tocarlo. Él sonrió levemente aunque no podía verlo. Ocho le soltó la muñeca a la vez que Atom le sacaba la venda de los ojos con la otra mano.
—¿No era que no nos recordabas? —le preguntó Bellamy. Ella lo ignoró y se centró en el castaño.
—Creí que estabas muerta —murmuró—. Siento mucho no ir a buscarte.
Nadie tenía una excusa por no hacerlo. Solo era Bellamy y sus discursos estúpidos que siempre lograban persuadir a la gente.
—¿Lincoln? Lincoln —llamó, ignorando lo que el chico había dicho—. Lincoln —repitió por tercera vez hasta que lo vio a unos metros suyos—. Déjenlo ir. Lo que quieran saber, se los diré yo.
Ocho no les diría nada, pero sólo quería que soltaran a Lincoln. Recién la habían aceptado con ellos, no iba a traicionarlos.
Pero ver al hombre que la salvó todo golpeado la lastimó. Para Ocho, Lincoln era su ángel de la guarda, y era su turno de salvarlo a él.
—¿Cuánto tiempo pasará antes de que se den cuenta dónde está? ¿Y qué pasará cuando lo hagan? Vendrán a buscarlo —habló Clarke preocupada, dándole algunas mirada de reojo a Ocho.
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The Powerful Criminal [The 100]
FanfictionOcho. Ese es su nombre. O así le dicen. Condenada a crecer rápido y a vivir una vida llena de sufrimiento, tristeza y odio, en la que era sometida a una decena de experimentos, intentando prepararla para una misión que no se sabía si en algún moment...