Omnisciente.
—¡Te lo dije! ¡Te dije que no la lleves! —gritaba Wells a Bellamy. La gente se iba acercando al escuchar los gritos del chico, curiosos—. ¡La dejaste morir! ¡La abandonaste!
Todos estaban sorprendidos por los gritos que pegaba él, el tranquilo y pacífico hijo del Canciller, a Bellamy, el líder al que nadie se le había atrevido a levantarle la voz. Por poco y lograban mirarlo sin sentir miedo.
Lo que más sorprendía, era que Bellamy escuchaba a Wells sin decir una palabra. Se notaba el enfado del moreno a metros distancia, y varios estaban seguros que lo golpearía.
—Wells, ¿qué está pasando? —preguntó Clarke, acercándose.
—Pregúntale —señaló a Bellamy, quien apretó la mandíbula sin decir nada.
—Bellamy, ¿qué pasó? —la rubia se acercó un poco más al morocho.
—Le pedimos a la pelirroja que venga a cazar con nosotros —dijo él en susurros para que sólo ella lo escuchara.
—¿Y dónde está? No la vi volver contigo.
Cuando Bellamy se quedó en silencio, lo entendió. Entendió que ella había muerto, o por lo menos había desaparecido. Bellamy la había dejado a su suerte sin importarle su bien estar.
—Di algo —ordenó Clarke—. ¡Di algo!
—La perdí.
Esas dos palabras fueran las únicas necesarias para que Clarke le diera un golpe en la cara con la mano abierta, enojada. Bellamy no dijo nada, ni siquiera abrió la boca. Sabía que cualquier cosa que diga empeoraría todo, y él ya se sentía demasiado culpable como para que Clarke y Wells lo hagan sentir peor. Creyó que dejando morir a la chica se sentiría bien por hacer que otra persona importante para el Arca muriera, pero era todo lo contrario. La culpa lo había invadido a los pocos minutos de dejarla.
—¿Además de dejar a Matthew también dejaste a la pelirroja? —preguntó Octavia, mirándolo con odio—. Y ahora, déjame adivinar, no la quieres ir a buscar —Bellamy volvió a quedarse callado porque era exactamente lo que creía. No la irían a buscar.
—¿Este es el líder que queremos? —exclamó Clarke. Todos la escucharon con atención—. ¿Alguien que sólo se preocupa por sí mismo? Una de nosotros desapareció, ¿la vamos a dejar sin siquiera buscarla?
—¿Vamos a arriesgar nuestras vidas por alguien que probablemente ya está muerta? ¿Acaso alguno de ustedes habló alguna vez con ella? Incluso muchos de ustedes se burlaban a sus espaldas. ¿En serio quieren ir a buscarla? —se quiso defender el morocho, pero sólo consiguió que la rubia volviera a golpearlo.
Estaba enojada, y se notaba a kilómetros de distancia; no le cabía en la cabeza cómo podían abandonar a la chica sin ni siquiera dudarlo. Y no solo eso, Abby le había dicho específicamente que no debía dejar que nada le pasase a lo chica. Ella se sabía defender, claro que sí, pero seguía necesitando a alguien que la controlara.
—¿Y si soy yo la que está perdida? ¿Me dejarías sola? —él se quedó callado ante las palabras de su hermana.
—No, porque a ti no te diría que salgas a arriesgar tu vida, en cambio no le importa que Ocho salga —respondió Clarke—. Recuerden que están dejando morir a una chica que se ofreció a ir de caza para traerles comida a ustedes, incluso cuando muchos la trataban mal. Y no solo eso, Ocho era la oportunidad que teníamos para sobrevivir —todos, menos Bellamy, la miraron confundidos, preguntándose por qué una simple chica los haría sobrevivir—. Era la única con real entrenamiento, la única que estaba preparada para bajar.
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The Powerful Criminal [The 100]
FanfictionOcho. Ese es su nombre. O así le dicen. Condenada a crecer rápido y a vivir una vida llena de sufrimiento, tristeza y odio, en la que era sometida a una decena de experimentos, intentando prepararla para una misión que no se sabía si en algún moment...