013

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Le tapé la boca a Drew para que haga silencio. Sus ojos azules me miraron con confusión, pero no preguntó nada.

Me levanté con cuidado, me puse mis zapatillas y mi campera, tomé mi espada y salí. Se escuchaban apenas algunas voces de otros chicos, pero los únicos que estaban afuera eran los que estaban haciendo guardia.

Los llamé en voz baja y les pedí que que bajaran de la torre donde estaban. Una chica pelirroja de trenzas fue quien bajó.

—¿Vieron algo raro? —pregunté yo. Miró al otro chico que estaba con ella.

—¿A qué te refieres?

—A algo. Un movimiento. Una sombra. ¿Escucharon algo? —estaba empezando a desesperarme, pero era yo la que tenía un oído a larga distancia, no ellos, así que entendía si no habían escuchado o visto nada.

Sentía peligro. No podía ser nadie de Trikru porque ni Anya ni Lexa los mandarían sabiendo que yo estaba aquí. Era otro tipo de amenaza, una peor.

—Las hojas se mueven, pero no hay viento —dijo el castaño.

Asentí.

—Escóndanse —ordené, preparando mi espada.

—Pero es peligroso —me sostuvo del brazo el chico.

—Tu nombre es Sterling, ¿cierto? —pregunté. Él asintió—. Pareces un buen chico, sería una pena que te maten. Obedece y quédate adentro.

Con sigilo, me dirigí a una abertura que encontré en el muro, y miré alrededor. No veía nada raro, pero sí sentía la presencia de alguien. Era una presencia amenazante e imponente, lo notaba incluso sin poder verla.

—¡Ocho! —escuché un grito. Fui corriendo hacia la puerta, donde estaba una chica que conocía bastante bien entrando. Me acerqué corriendo—. Abrió la puerta y... —hice callar a Monroe.

—¿Qué haces aquí, Mali? —saqué mi espada y me acerqué a ella—. No es tu territorio.

Mali era de la Nación del Hielo, no había peor enemigo para el mundo entero que ellos. Básicamente, Nia, la Reina, quería quedarse con todo y gobernar a los doce clanes. Odia a la Comandante y haría lo que fuera por sacarla del poder.

Parte de mí se alegraba que fuera ella, porque no iba a pelear con nadie de Trikru, pero esa mujer era demasiado peligrosa.

Mali sacó su espada y comenzó a jugar con ella. Hice lo mismo, pero con la diferencia de que mi postura estaba relajada, y ella estaba más tensa y preparada para todo.

—El tuyo tampoco —contraatacó.

—Estás en territorio Trikru.

—Sigue sin ser tu lugar, Skaikru —lo dijo en tono de burla, lo cual me enfureció, pero no lo demostré. Eso era lo que ella quería, hacerme enojar.

—¿Qué quieres? —terminé pregunando.

Para este momento, todos, absolutamente todos, habían salido de sus tiendas y estaban atentos a lo que sucedía. Incluso estaban Drew, Bellamy y Clarke. Sabía que esta quería acercarse, pero con una sola mirada le dije que se mantenga alejada.

—Tengo un mensaje de mi Reina —dijo, y antes de que pueda reaccionar, tomó a Charlotte, que estaba entre la multitud, y la puso contra su torso. Agarró un cuchillo y lo colocó en su cuello. Maldije a Charlotte por estar ahí—. Alguien hace un movimiento y la niña muere.

—Déjala. No tienes que hacerle nada a ella —le dije.

—Suelta la espada —despacio dejé caer mi espada a mi lado—. Mi Reina te quiere para mañana con ella.

The Powerful Criminal [The 100]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora