015

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—Le di de tomar y de comer a Nigromante —me dijo Octavia, entrando a la tienda de Bellamy, donde él me había dejado para que duerma un poco—. Te extraña.

—Y yo a él —suspiré—. Gracias por cuidarlo.

Los chicos no me habían dejado salir del campamento, ni siquiera me permitían acercarme a la puerta, literalmente. Estaban todo el día conmigo, y si alguno de ellos estaba ocupado me dejaban con cualquier otro del campamento.

Entendía que querían que me recuperara y no haga esfuerzo, pero apenas eran unos cortes, nada que no pueda superar. Aunque, bueno, con lo descuidada que soy, tal vez hacía un mal movimiento y me terminaba abriendo todo.

Jones no se había vuelto a acercar a mí. Su novia (creo que se llamaba Liz o algo así, no la conocía ni de cara) terminó dejándolo por lo psicópata que pareció ese momento en el que vio todos mis cortes, y, literalmente, el chico fue todo orgulloso a decirle que fue él quien lo hizo para intentar salvarla.

Por ahora tiene un ojo morado, cortesía de Finn, y una mejilla roja, cortesía de Liz.

—¿Cómo te sientes? —me preguntó Miller entrando a la tienda.

—Asombrosa —respondí. Él se rió y se acercó para mirar mis heridas.

Yo sanaba más rápido que un humano normal, por lo que ya estaba un poco más recuperada. Sin embargo, aún me dolía todo.

—Tus heridas se ven mejor. ¿Quieres salir? —asentí casi desespeada.

Los tres salimos de la carpa. Octavia se fue a donde estaba la comida y Miller comenzó a llevarme donde estaba mi caballo. Octavia lo había acercado al campamento.

—Espera —me acerqué a donde el chico estaba poniendo fuego para cocinar la carne—. Eso es mucho fuego —le dije.

—Es verdad. Bájalo con un poco de hojas húmedas —me apoyó la morocha.

—¿Cómo saben? ¿Se los enseñaron sus amigos los terrestres? —se burló. Murphy entró y alejó al chico.

—Tienen razón. Es demasiada leña.

El chico, ignorándonos, siguió alimentando el fuego.

Rodando los ojos, entré y me puse al lado de Octavia, aún sin poder ayudarla por obvias razones. Ella me miró con una expresión de molestia por tener la presencia del chico cerca. Me reí, pero dejé de hacerlo al sentir el fuego. Empujé a Octavia y, solo porque soy buena, a Murphy y los saqué de ahí bajo sus miradas confundidas. Un segundo después, el fuego se expandió por el horno de comida.

Todos comenzaron a gritar, asustados. Murphy le dio un empujón al chico.

—¡Es tu culpa! ¡Te dijimos que era demasiada leña! —le gritó.

—¡Hey! Ahorren eso para los terrestres —Bellamy se acercó y los separó. Miró a Octavia y luego a mí—. ¿Están bien? —asentimos.

—Bell, ¿qué haremos? Esa era toda la comida.

Bellamy bufó y miró alrededor.

Veía en sus ojos que no tenía ni idea de qué hacer, por lo que me quedé a un lado de él mirándolo.

Peleados entre ellos, con hambre y casi sin armas. Se estaban destruyendo a ellos mismos.

Bellamy obligó a Murphy y al otro chico a irse a diferentes lugares para evitar más peleas, mientras Octavia se dirigió a Clarke para decirle lo que había sucedido. Bellamy se acercó a mí.

—¿Estás bien? —asentí—. Escucha, Ocho, me estaba preguntando... qué vas a hacer. Nosotros cometimos muchos errores contigo, te lastimamos de maneras horribles. Pero... si quieres quedarte con nosotros...

The Powerful Criminal [The 100]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora