Yo, enredada por mi mejor amigo

Haciendo las paces

-¿Qué quieres? -pregunto, en un tono cansado.

-Nada, ¿Acaso no puedo sentarme acá? -dice Caleb, acercándose a mi lado y sentándose.

-¿Dónde está Marta? -digo, marcando distancia.

-Esta resfriada, me dijo que no podía venir -dice Caleb, mientras chateaba.

Me encontraba en el cumpleaños de un amigo, que por desgracia, tenía en común con Caleb, se suponía que él no vendría, pero hoy se arruinó todo mi plan de "ignorarlo hasta que me aclarara", de hecho, ya llevaba más de dos meses sin hablar con el, lástima que el destino hoy me jugó una mala pasada.

-Mmm, ¿Y por qué no te quedaste cuidándola? -digo, en un tono monótono.

-Quería saludar a Martín -dice, encogiéndose de hombros.

¡Mentiras, mentiras, y más mentiras! Caleb no era tan cercano a Martín para venir a su cumpleaños, nunca había venido a ninguno de sus cumpleaños anteriores y eso que se conocían hace más de 5 años.

-¿Me extrañabas, verdad? -digo, en tono entre enojado y desafiante.

-Si... y mucho -dice, mirándome y poniéndose serio.

Su respuesta me pilla de imprevisto y una ola de nervios empieza a recorrer mi cuerpo, odiaba cuando provocaba eso en mí.

-¡Me-... Me-... Mentiroso! -digo, nerviosamente.

-Te lo digo en serio, está en ti creerme o no -dice, mirándome.

-Si fuese verdad.. entonces ¿Por qué no me buscaste o insististe más? -digo, intentando sacar la verdad.

-Catalina.. no me hagas enojar, tu bien sabes que te llame mil veces, te mande mil mensajes y aun así no tuve respuestas de tu parte, me hiciste sentir realmente deprimido -dice, mirando hacia el suelo. -No entendía qué había hecho mal.

-No te creo nada -digo, echándole más leña al fuego.

-Piensa lo que quieras, pero lo que hiciste no estuvo bien, no supe nada de ti por más de dos meses y se supone que eres mi mejor amiga -dice, en un tono severo. -Al menos podrías haberme avisado que querías espacio o algo.

Creo que la estaba embarrando de una manera gigantesca, y que Caleb no había hecho nada malo, termine hiriéndolo por culpa de mi egoísmo, después de todo... soy su única verdadera amiga.

-Caleb yo... lo siento... de verdad no pensé en cuánto daño podría llegar a provocarte mi actitud, no quise hacerte sentir solo... y de verdad también te extrañe mucho -digo, sinceramente.

-Yo también lo siento Cata, por mi actitud estúpida en esa fiesta, pero por favor, no lo vuelvas a hacer, no sabía a quién contarle sobre las cosas tontas que me pasaban -dice, acercándose.

-¿Qué haces?

-Tengo frío -dice, poniendo su cabeza en mi hombro y acurrucándose.

-De verdad lo siento Caleb... -digo, poniendo mi cabeza encima de la suya y dejándome envolver por su calor.

Nos quedamos el resto del cumpleaños conversando.