Peleas estúpidas.

1.1K 60 4
                                    

Nos encontrábamos en mi pieza, ya que Caleb había venido a devolverme un libro que le había prestado, cuando surge el tema de Martín en la conversación y comenzamos a discutir.

-Caleb, sabes perfectamente que eso no es lo que verdaderamente piensas -digo, enojándome.

-¡De qué diablos estas hablando Cata! -dice Caleb, alterándose.

-Habló sobre lo que le dijiste a Martín, ¡Eres la peor clase de amigo que puede existir! -digo, hirviendo de sangre y mirándolo fríamente a los ojos.

Caleb hace una mueca de dolor, me mira y luego se queda en silencio, podía sentir que eso le había hecho daño, pero esa era la idea.

-¡Cómo pudiste decir que serías capaz de alejarte de mí si tu maldita novia te lo pidiera! -digo, furiosa. -¡Se supone que éramos mejores amigos Caleb!

-También creía eso... -dice Caleb, apretando los dientes, enojado y destruido.

Pasan unos minutos, se dirige hacia la puerta y se va de mi habitación, mientras me quedo sentada en la cama sintiendo el peso de todo lo que había pasado.

Hace unas semanas atrás me había llegado el rumor de una fuente muy confiable (Martín, mi amigo de la infancia), el cual decía que Caleb había estado hablando ciertas cosas respecto a su noviazgo, y de lo que sería capaz de hacer por su queridísima novia, y bueno... exploté, lo primero que se me fue a la mente fue "¿Cómo pude ser amiga de alguien así?" y lo que vino después fue peor... porque se supone que por mucho que este "enamorado", nosotros somos mejores amigos, son distintos niveles de comparación, yo no lo haría, el dejar de ser su amiga si mi novio me lo pidiera, ¡Ja!, lo mandaría a freír primates.

————————————-•———————————-

3 Meses, han pasado más de tres meses y no he sabido nada de Caleb, para colmo al final todo fue un mal entendido de mi parte... Caleb nunca dijo algo así, todo fue completamente malinterpretado y ahora siento una culpa gigantesca, pero mi orgullo no me ayuda mucho a mejorar esta situación.

Estaba en mi pieza tirada en la cama, viendo que hacer con mi vida y mis malas decisiones, cuando me armo de valor y decido llamarlo.

Tomó mi celular que esta encima del velador y marcó su numero.

Me contesta después de un largo rato.

-¿Alo..? -digo, titubeando.

-¿Qué pasa? -dice Caleb, cansado.

-¿Podemos hablar un poco? -digo, tapándome en mi cama.

-¿De qué, si se podría saber? -dice, secamente.

-¿Pero puedes o no? -digo, impacientemente.

-Dime primero qué es de lo que quieres hablar -dice, molesto.

-Quería saber si podías juntarte el viernes de la próxima semana... -digo, derrotada.

-Srry no puedo, tengo cosas que hacer, ¿Era eso solamente? -dice, cortantemente.

-Caleb yo... de verdad lo siento, siento todas las cosas que dije, discúlpame por haber sido tan dura y haber malinterpretado las cosas -digo, tristemente.

-¿Malinterpretado? Por favor eso no fue lo que me enojo Cata, el hecho de que no hayas confiado en mí, fue lo que más me dolió -dice con la voz quebrada.

-¡Si confió en ti! Pero Martín es mi amigo también, tenemos mucha confianza, no pensé que mentiría con algo así... -digo, quebrándome también. -Caleb yo... te extraño, de verdad te extraño y mucho.

-No sé Cata... sigo muy dolido con todo lo que pasó, las cosas que me dijiste... de verdad me hicieron mucho daño -dice, disminuyendo su voz.

-Arreglemos las cosas por favor -digo, un poco desesperada.

-Tengo que pensar Cata, todavía no sé si podemos seguir siendo amigos -dice, con la voz baja.

-¿Quieres terminar con esta amistad? -digo, dolida.

-No es eso... es solo que... necesito un tiempo, ¿Quién me asegura que no lo volverás a hacer, y que una situación como está no se va a repetir? -dice, duramente.

-Caleb, ya aprendí, no volverá a pasar, en serio, por favor hagamos las paces -digo, intentándolo de nuevo.

-Mmm... -dice, sopesando la situación.

-¿Mmm? -digo, impacientemente.

-¿Prometes nunca más volver a hacer algo así? -dice, cediendo un poco.

-Te lo prometo, de verdad. -digo, con seguridad.

-Veámonos el viernes -dice, con un tono de voz más estable.

-¿Ah? ¿Qué? ¿Viernes? -digo, confundida.

-Si Cata, el viernes juntémonos -dice, hablando como en los viejos tiempos.

-Kyaaaaaa -digo, pegando un grito gigantesco. -Entonces nos vemos el viernes.

-Sip, ahí acordamos por WhatsApp la hora y el lugar -dice, como si se le hubiera ido el enojo, tristeza, todo.

-Ok, entonces ahí hablamos, Chau y... te quiero... en serio... te quiero un montón -digo, honestamente.

-Ahhhh -dice, suspirando. -Yo igual te quiero Cata, no sabes cuanto.

Con otro aire y con más energías me levanto de mi cama y empiezo a buscar la ropa que usare el viernes.

Yo, enredada por mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora