Ok, el plan ya estaba armado.
Corto y simple, solo tenía que hacer ver a Caleb que Marta no era para él, okay, no era nadie para decirle una cosa así, pero de igual manera lo haría.
Marta había hecho cosas malas y no merecía a Caleb, de eso estaba segura.
Tenía que idear una salida con mi mejor amigo, tenía que comenzar a mover las piezas... y que mejor que organizando una junta un sábado por la tarde en mi casa.
El plan era el siguiente, si Caleb se encontraba en mi habitación podría manejar de mejor manera las cosas, tendría más poder y mayores opciones de acercarme a él, ya que al final de todo, Caleb se encontraría en mi guarida, mi base militar, mi refugio, tendría ventaja.
Ok, primero, las cosas claras, mis intenciones eran buenas, todo esto lo hacia por un bien mayor, por mi mejor amigo.
El objetivo principal del plan era hacerle ver a Caleb que yo podría llegar a ser más que sólo su mejor amiga, tenía que cambiar su manera de verme.
Si lograba hacer dudar a Caleb aunque fuera por un milisegundo, de sus sentimientos hacia mí, habría salido victoriosa de la primera etapa.
Hacerlo titubear, pensar y cuestionarse sobre la relación que tenemos y el potencial escondido de nuestra amistad, era mi finalidad, nada podía salir mal.
Éramos mejores amigos, tenía más posibilidades que cualquier otra mujer, y lo conocía más que a nadie.
¡Diablos! todos lo saben, esta en todos lados, los mejores amigos tienen mil veces más posibilidades de casarse y ser felices, ya que sus niveles de compatibilidad en las relaciones son más altos, los números estaban a mi favor, solo tenía que comenzar a moverme.
Así que comienzo a hacerlo, y llamo a Caleb para juntarnos el sábado.
-¿Si? -dice Caleb, al otro lado del teléfono.
-¡Hola Caleb! ¿Cómo estás? -digo, alegremente por el teléfono.
-¿Bien y tú?, te escuchas con energía -dice, notando mi ánimo.
-Bien también, si jeje, estoy feliz... Uhm... Caleb, te llamaba porque quería saber si tenías algo que hacer el sábado -digo, nerviosa.
-¿Mmmm... el sábado?, nop, agenda libre, ¿Qué se te ocurre? -pregunta, curioso.
Caleb sabía de mis salidas espontáneas y de las miles de ideas y lugares que se me ocurrían al momento de salir con él.
-Esta vez, será algo simple, así que... juntémonos en mi casa? -pregunto, intentando no sonar nerviosa. -podríamos ver una película y comer algo.
-Uff, hace tiempo que no veo una, con Marta hemos estado alejados del cine hace un buen tiempo, así que acepto tu invitación -dice, entusiasmado.
-Dale, te espero el sábado entonces, a las 4, como en los viejos tiempos -digo, acordándome de todas las veces que vino a ver películas a mi casa años atrás.
-Okay, nos vemos -dice, alejándose del celular para luego hacer un sonido brusco y volver a hablarme. -Ah, Cata!, se me olvidaba.
-Ah? -pregunto, confundida.
-Mañana, podemos vernos?, te necesito para un trabajo de la universidad, por favor, tienes tiempo? -dice, ansioso.
Uh oh, no estaba preparada para verlo tan pronto, diablos.
-Uhm... mañana... -digo, dudosa.
-Cata, por favor, solo serán unos minutos, si quieres después te puedo invitar a un helado de los que te gustan -dice, tratando de convencerme.
Tenía miedo, pero si habría una oportunidad de tomar helado con él, entonces lo haría.
-Bueno, te ayudaré, hace tiempo que no tomo helado, jeje -digo, bromeando.
-Gracias Cata!, nos vemos mañana, adiós -dice, aliviado.
-Adiós -digo, suspirando, cortando la llamada.
Siempre, siempre, siempre, ocurre un evento imprevisto en mis planes, bueno, aunque este era un evento de los buenos.
Solo tenía que aprovecharlo al máximo.
Le mostraría a Caleb que podría llegar a ser una buena novia.
O por lo menos lo intentaría, jeje.
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Yo, enredada por mi mejor amigo
RomanceCatalina y Caleb han sido mejores amigos desde hace algunos años, Catalina conoció a Caleb cuando este ya tenía una novia... una perfecta novia, una chica que cualquier hombre quisiera tener, pero para Catalina eso no era un problema... hasta que en...