Yo, enredada por mi mejor amigo

El fin por fin

Habían pasado meses, nunca más volví a responder una sola llamada o un solo mensaje de Caleb, él intentó de varias maneras ponerse en contacto conmigo, pero solo lo ignoré, no quería ver su cara nunca más en mi vida, sé que no era lo correcto porque se supone que era mi mejor amigo, pero un mejor amigo no te hace tal cantidad de daño, un mejor amigo no te destruye de la manera en que él lo hizo conmigo, a un mejor amigo no se le ama.

Fue duro ignorar, pero al pasar los días ya se volvía costumbre, cada día que pasaba menos lo amaba, hasta que ya no quedaba nada en mi puro y dulce corazón, me sentía sana, limpia, recuperada de ese torbellino de emociones, me sentía libre, ya lo no amaba...

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Iba camino a mi universidad cuando de pronto una voz familiar me llama y me congelo, para luego comenzar a temblar de los nervios, no lo entendía, después de cuanto tiempo ¿Por qué ahora? Ya había pasado más de un año desde lo sucedido con Caleb ¿Por qué tenía que aparecer ante mi ahora?

Ignore la voz y seguí caminando rápidamente, no iba a permitir que intentara meterse en mi vida de nuevo, no quería saber nada más de él.

Mantengo el paso firme y comienzo a avanzar más veloz, hasta que alguien me agarra del brazo y me da la vuelta.

Me congelo

- Cata... -dice Caleb, mirándome con una tristeza nunca antes vista en su cara, se veía más cansado, había dejado crecer su barba, estaba distinto, ese ya no era mi Caleb.

Me quedo en silencio con cara de póker esperando a que continúe hablando.

- Cata... ¿Qué pasó? ¿Por qué ya no me hablas?, ¿Por qué me ignoras? He intentado de todas las maneras posibles comunicarme contigo, pero ni tú madre me ha dejado acercarme a ti -dice Caleb, rompiendo en llanto. -Exijo una maldita explicación.

Suspiro y comienzo a hablar.

- Caleb... ven -digo tomándolo de la muñeca y acercándolo a una banca cercana para sentarnos.

Llegamos caminando lentamente a la banca que estaba camino a mi universidad y nos sentamos.

Comienzo a mirar un punto fijo en el suelo, mientras me animo para comenzar a hablar.

- Yo te amaba, me gustabas, estaba perdidamente enamorada de ti... perdón por no decírtelo antes.

Caleb me mira sorprendido y empieza a llorar más fuerte, como un niño, podía ver su sufrimiento.

- Pero amar a alguien no significa que esa persona te amará de vuelta, siempre tuve la esperanza de que esos sentimientos fueran correspondidos, de que en algún momento te sentirías igual a mi, pero nunca pasó, y a medida que pasaba el tiempo, más sufría, más daño me hacía, hasta que exploté y ya no pude seguir con esos sentimientos, me hacían sentir tan mal, eran tan dañinos, quería alejarme -digo, mientras mis ojos se comienzan a llenar de lágrimas.

Caleb continúa llorando, nunca lo había visto así.

- Me alegro de haber sido tu mejor amiga, me alegro de los grandes momentos que pase contigo, lamento no haber tenido esta conversación contigo antes, pero ahora es momento de despedirnos definitivamente y cada uno seguir por su camino, siempre te recordaré y espero que te vaya muy bien en tu vida, que seas exitoso y muy feliz -digo, mirándolo tiernamente, mientras secaba mis lagrimas, era la despedida, y desde el fondo de mi corazón le deseaba felicidad y bienestar.

- Catalina ¿Qué diablos? ¿Solo me dirás esto? ¿Te despedirás así? ¿Sin nada más que decir? SUFRÍ TODOS ESTOS MESES POR TU ACTITUD... -dice Caleb, agitado y llorando al mismo tiempo, estaba enojado, muy enojado. - Ahora que nos volvemos a ver después de tanto tiempo me vienes a decir que me amabas? PORQUE FUISTE TAN COBARDE? ¿Cómo no se te paso por la cabeza que quizás yo podía sentir lo mismo por ti? ¿Como nunca te diste cuenta de mis sentimientos? Yo también te amaba, desde el minuto que te conocí me gustaste, pero siempre pensé que tú no estabas interesada en mi y me rendí enseguida, solo ser tu mejor amigo me bastaba, así al menos podía estar cerca de ti -dice Caleb, mirándome fijamente sin apartar su mirada, aunque le continuaban cayendo lagrimas de sus mejillas.