Yo, enredada por mi mejor amigo

¿Really?

Había pasado un día, solo un maldito día, no me dio más respiro que eso, cuando recibo una llamada de Caleb.

Me encontraba en mi pieza como siempre, viendo un vídeo en el celular, cuando aparece su nombre en mi pantalla.

Estaba enojada, triste, harta, no quería más, no lo quería más, pero a la vez si lo quería.

-¿Qué quieres? -digo, fría como un glaciar por el teléfono.

-Hola... uhm... Cómo estás? -dice Caleb, nervioso.

-Bien -digo, cortante.

-Qu-... Que bien -dice Caleb, con la voz temblorosa. -Oye Cata... Quiero hablar sobre lo que pasó ayer.

-Caleb, ayer no pasó nada, dejémoslo así, ok? -digo, mientras me acomodo en mi cama.

-Cata, disculpa por lo que pasó con Marta de nuevo, no pensé que vendría a mi casa -dice, arrepentido.

-Por qué te disculpas por Marta, si aquí el que hizo las cosas mal fuiste tú? -pregunto, enojada.

-Qué quieres decir? -pregunta Caleb, confundido.

-Era necesario humillarme en frente de ella? -pregunto, directamente. -De verdad tenías que decirme todo eso, solo para contentarla?

Se produce un silencio, y al ver que no me responderá, continuo.

-Caleb, me da igual que no tengas sentimientos de amor hacia a mí, sería estúpido que los tuvieras, después de todo somos mejores amigos -digo, mintiendo. -Pero por qué diablos tenias que humillarme así en frente de ella!?, Lograste que se saliera con la suya!!

Lagrimas de impotencia comienzan a brotar en mis ojos y se inicia otro largo silencio, hasta que Caleb comienza a hablar.

-Cata, yo... yo solo quería que las cosas no se agrandaran más, sabía que si le daba en el gusto, Marta se detendría. -dice, Caleb, defendiéndose. -Sabes perfectamente  como se puso de enojada.

-Qué diablos me importaba que se hubiese puesto un demonio por vernos!? -digo, fuertemente. -No es como si estuviéramos haciendo algo malo!.

Suspiro enojada.

-Caleb, es en serio? -pregunto, sentándome en mi cama. -Es como si le tuvieras miedo.

-No le tengo miedo! -dice Caleb, estresado. -Solamente pensé que de ese modo las cosas serían más fáciles.

-Más fáciles?, haciéndome sentir pésimo, para que así tú novia quedara feliz, esa es tu manera de hacer las cosas más fáciles? -digo, sosteniendo con más fuerza el celular. -Yo era el objetivo más fácil?.

-No Cata... no es así -dice, Caleb, bajando su voz.

-Caleb, no te quiero cerca, no quiero saber nada de ti, quédate con tu novia loca y sé feliz, esto que pasó, será lo último que me permitiré  aguantar. -digo, con la voz más fría e indiferente que he puesto jamás.

-Catalina, no te pongas así!! -dice, Caleb, desesperado, dándose cuenta del peso de mis palabras. -No puedes hacer esto!

-Si puedo -digo, decidida a colgar, pero el grito de Caleb me detiene.

-TE QUERÍA PROTEGER!! -dice Caleb, llorando.

Me quedo en silencio escuchando sus sollozos y esperando a que continúe.

-Marta está celosa, muy celosa, si se le mete a la cabeza otra idea más, de que tú puedes alejarme de ella, entonces estará decidida a sacarte del camino -dice Caleb, con voz temblorosa. -No quiero que te haga daño.

Caleb sonaba asustado... pero no por él, sino por mí... Esto se estaba volviendo preocupante.

-Si todo esto es verdad, entonces por qué diablos estás con ella? -pregunto confundida.

-Por que aunque suene retorcido o tonto, aun así, a pesar de todo, la amo... -dice Caleb, bajando la voz.

Este era tonto?, Como iba a amar a alguien así?, Será verdad eso de que el amor es ciego?, Como diablos querer a una posible novia sicopata?.

Eso no era amor.

Caleb no la amaba, solo estaba un poco loco, pero yo lo estaba aun más, por quererlo a él y por el estúpido plan que se me acababa de ocurrir.

No iba a dejar que lo absorbieran los brazos de esa mujer, haría todo lo que estuviese en mis manos para separarlos, definitivamente Caleb no se quedaría con ella.

Ahora empezaba la guerra y Marta iba a perder.

-Caleb, quiero que nos juntemos. -digo, decidida.