Capítulo 29.

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  — Espérame Lucy  .

 — ¡Corre!  ¡Rápido!  . 

Su pecho subía y bajaba , su respiración estaba entrecortada al igual que la de su acompañante. 

— ¿Lo viste cerca?  preguntó la niña . 

El niño de ojos chocolate negó. 

Estaban ansiosos, escondidos detrás de aquella pared esperaba que nadie los encontrara, miraron hacía el jardín y vieron como alguien se aproximaba a ellos. 

— ¡Allí viene!   chilló la niña . 

Quédate aquí  — dijo el niño mirándola directo al rostro Veré si puedo llegar, o al menos despistarlo

Ella asintió y el niño de ojos chocolates se fue, dejándola a ella sola en aquel lugar. su respiración seguía acelerada, estaba nerviosa, jugueteaba con sus pequeñas manos y el silencio sepulcral hacía que tuviera escalofríos.  

Había pasado un buen rato y no escuchaba a nadie, quería ver que sucedía , pero podía ser un poco riesgoso  , pero la curiosidad mató al gato, así que se asomó y no vio a nada ni a nadie, así que poco a poco decidió salir , el jardín estaba solo y se preguntaba a donde se habían ido todos, pero no hizo falta preguntarse más , porque de la nada unas manos le taparon los ojos impidiéndole la ver. 

Dio un respingón cuando se vio sin ver nada además de que la habían atrapado. 

  — ¡No se vale!  — protestó ella — ¡Tramposos!  — volvió a decir ella todavía con los ojos tapados. 

Escuchó risas y eso la enfureció más, le habían puesto una trampa esos traidores, la persona que le quitaba la visión se apartó  y pude ver como aquellos traidores se reían, se cruzó de brazos, y puso su mejor cara en enfado. 

Esto no se valía, ellos le pusieron una trampa en su propio juego. Estaba muy enfada con aquel par de niños que no paraban de reírse

 — ¡Cállense!  — gritó ella muy enfadada — No es justo, son un par de tramposos. 

Aquello había sido una injusticia total, era su juego, su favorito, pocos tenían la dicha de ganarle a las escondidas, había confiado en su compañero, el cual ahora se reía de ella por la trampa que le había puesto en compañía del que se suponía era oponente de los dos, pero ahora se daba cuenta de que los dos eran sus oponentes.

Había depositado toda su confianza en aquel niño de ojos chocolate, y él le falló, pero ella era muy pequeña para ponerse a pensar en aquellos detalles de la vida.

Miró esta vez con cara retadora al otro niño que se reía a carcajadas , este paró de reír y la miró con esa mirada oscura . El niño de ojos negros se levantó ya dejando de reír y se acercó a ella, la miró desde abajo ya que ella era muy pequeña comparada con él y le sonrió . 

 — No estés enojada pequeña — trató de acariciarle el cabello pero ella se apartó. Seguía muy enfadada —  Es sólo un juego Lucy . 

Pero ella le dio la espalda, para ella no era "sólo un juego" , sin contar que es muy testaruda y que no le gusta perder. 

En ese momento alguien llamó , era su madre quién los llamaba. 

 — Yo voy — anunció el niño de ojos chocolate , pero antes de irse se acercó a la niña y besó su frente sin que ella se pudiese apartar  — No estés enojada Lucy, es sólo un juego . 

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