El frío de la noche se hacía presente hoy, las estrellas estaban a su tope inundando el cielo como si fueran un mar de estas mismas .Muy pocas personas caminaban por las calles de New York, sólo podías ver prostitutas esperando a que algún asqueroso las contacte para sus sucios servicios. También podías ver adolescentes borrachos saliendo de bares , haciendo desastre por las calles ; y por supuesto, no podía faltar, un ladrón de clase baja escondido en una vereda , escondido en la oscuridad esperando a que alguna alma desafortunada pase por allí .
Estacionamos en esa acera que provoca que me ponga ansiosa , no por el lugar , sino por la persona que espera allí .
No dejaba de mirar por la ventana , convenciéndome a mí misma de que aquella persona no me "importaba" , que es otra persona más . Escuché como la puerta se abrió y supe que era él , su perfume lo delata, sonreí internamente por ese pensamiento , el asiento se hundió y alguien volvió a cerrar la puerta .
Tenía que hacerlo, giré para ver a mi acompañante , un saco de color gris, con una camisa negra, pantalón negro, zapatos de ese color y por último un lindo moño de color gris.
— Pareces un muñeco de pastel — dije con burla.
— ¿Eso es bueno o malo? — respondió en una risa.
— No lo sé.
Se miraba en el retrovisor , batallando para acomodarse aquel moño, las caras que ponía porque no le salía bien hizo que me diera un ataque de risa .
— Ven acá — lo llamé — Te ayudaré con éso — soltó el moño y se acercó a mí.
Agarré aquella cosa que tanto le frustraba y lo acomodé, podía sentir su respiración y su aliento chocar contra mi nariz , me alejé y me encontré con sus ojos, la punta de mi nariz rozaba con la de él y nuevamente , como se estaba haciendo costumbre nuestros labios muy cerca .
— Listo — dije en un tono apenas audible.
— Gracias — dijo aclarándose la garganta , asentí y giré para mirar por la ventana , cortando el contacto visual.
Y así pasamos todo el camino, uno al lado del otro, como si no estuviéramos allí, como si no nos conociéramos, pero sabíamos perfectamente que no era así; yo mirando por aquella ventana , como si fuera lo más interesante del mundo , y él también haciendo lo mismo . Una que otra veces lo miraba de reojo y una que otras veces él me miraba de reojo a mí . Y así fue, con la tensión incómoda hasta que llegamos a nuestros destino.
Él me miró y yo lo miré, Iván abrió la puerta y me tendió la mano, yo la acepté y bajé del auto, el vestido de un color morado tapaba mis pies , lo que hizo que tuviera que subirlo hasta mis tobillos , Nick se paró a mi lado, por cuestiones de altura tuve que alzar mi vista para poder ver esos ojos que me miraban . Suspiré y caminé hasta entrar al restaurante, una mujer de unos treinta años más o menos nos recibió.
— Buenas noches ¿A qué nombre reservaron?.
— Clark , Lucy Clark.
— Pasen por acá
La mujer nos guío hasta nuestra mesa , Horacio ya nos estaba esperando , tenía ya una copa con vino , al mirarnos se levantó acomodándose su saco y sonrió, forcé mi mayor sonrisa y le tendí mi mano y besó el dorso como hizo esta mañana .
— Buenas noches Jefa — dijo , miró por encima de mi hombro y le hizo sólo una seña a Nick , me corrió una silla y yo me senté , luego lo hizo él y Nick.
— Y bueno ¿Pedimos? — nos dijo , sólo nos limitamos a asentir .
Agarré la carta de la mesa y me puse a leer los platos que tenían para "comer" , lo menos que haríamos sería comer . Horacio me miraba de reojo, de una manera provocadora; asco, yo miraba de reojo a Nick y él a mí , entendía lo que quería decirle , tenía que moverme rápido si no quería terminar vomitando .

ESTÁS LEYENDO
La Jefa.
RandomElla, una chica de 24 años, la cual su vida tuvo un cambio radical con la muerte de sus padres. Ella, se volvió en "La Jefa", como todos la llaman . Nunca debes subestimar a una mujer, detrás de esa cara bonita se esconde algo muy oscuro. ¿Que pensa...