Capítulo 24.

208 7 0
                                    


— ¡¿Que hicieron qué ?! — gritó para luego golpear el escritorio .

— ¡Les dije que la quería viva! ¡No que la mataran! ¡¿Acaso no pueden hacer algo bien ?! — colgó el teléfono pero de inmediato marcó otro número . Después de cuatro tonos contestó .

— ¡Te dije que no le hicieran daño! — dijo la voz a la otra línea .

— ¿Murió? .

****

Podía sentir como una calma me inundaba , como mi cuerpo se sentía tan liviano que podía estar volando . Mis párpados se fueron abriendo poco a poco hasta que mis ojos chocaron con el cielo azul , me levanté y miré a mi alrededor .

Me encontraba en un campo lleno de flores de todos los tipos , rosas, margaritas, tulipanes , girasoles , petunias entre muchas más . Era simplemente hermoso.

Vestía algo simple , un vestido blanco corto , muy parecido a uno que usaba cuando era pequeña . Reí como una niña y agarré una rosa, aspiré su aroma tan exquisito e hice lo mismo con todas las flores. Este lugar era simplemente perfecto, volví a reír cuando sentí como el pasto suave debajo de mis pies descalzos me hacían cosquillas , miré de nuevo el cielo y cerré los ojos por un momento sintiéndome como nunca me había sentido en mi vida .

Al fin era libre .

— Veo que lo estas disfrutando — dijo aquel hombre. 

— Lo hago — dije todavía mirando el cielo y disfrutando de como el viento chocaba contra mi rostro .

Lo miré y un suspiro salió de mis labios, seguía tan guapo como siempre, solo traía puesto un pantalón blanco con el pecho descubierto y sus pies descalzos ; tomó una rosa entre sus manos y como lo había hecho yo hace unos minutos Él también aspiró su aroma , caminó hacia mí con pasos rectos y perfectos y unió su mirada achocolatada con la mía , me sonrió de esa manera que hace que me derrita a sus pies y colocó aquella rosa detrás de mi oreja , bajó su mano dando pequeñas caricias por mi mejilla , mi nariz, hasta aterrizar en mis labios , bajé mi rostro pero Él tomó mi barbilla e hizo que lo levantara de nuevo para mirarlo a los ojos .

Poco a poco fue acercándose hasta rozar nuestras narices, mi respiración  se había cortado y mi corazón latía a toda velocidad , mi manos las tenía entrelazadas entre sí y jugaba con mis dedos en signo de nerviosismo; Él me miró a los ojos y después volvió a bajar su mirada a mis labios y sin esperar más, me besó .

Me besó como antes , con todo el amor que me tenía , de una manera suave pero necesitada al igual que yo.

¡Cómo extrañaba sus besos! .

Sus labios suaves y carnosos hacían que aquél simple contacto fuera maravilloso, nuestras lenguas se unieron en un compás lento pero que poco a poco se iba volviendo más rápido , enrede mis manos en su cabello como tanto añoraba y tiré de él sólo un poco, cumpliendo un fetiche que soñé tanto con volver hacer , Él colocó sus manos en mi cintura y me atrajo más a su cuerpo , suspiré en sus labios pero sin separarme de ellos , quería quedarme así para siempre .

Se sentía tan real...
Y esperaba que fuera real .

Separamos nuestros labios pero no nos soltamos en ningún momento, unimos nuestras frentes y así nos quedamos disfrutando el momento por unos largos minutos .

— Te extrañé tanto... — susurré en su oído .

— Él se separó de mí, me miró a los ojos y besó mi frente — Y yo a ti , pequeña.

La Jefa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora