El amor contra el mal - 3 Temporada

Noches entre tus brazos

Durante la cena Dumbledore presento a Remus como nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras e informó de que Hagrid sería el nuevo profesor de cuidado de criaturas mágicas, a lo que todos se alegraron mucho. También les informó de que los dementores vigilarían el colegio ese año, por precaución, lo cual inquieto bastante a Harry.

Durante la selección de las casas de los de primero a Remus se le vino uno de sus recuerdos favoritos a la cabeza, el día que lo seleccionaron, estaba tan nervioso.

- Flashback.

Acababan de llegar al gran comedor y Sirius y Remus estaban muy nerviosos, Sirius temía que le pusieran en slytherin junto al resto de su familia y Remus simplemente temía que debido a su condición el sombrero dijera que no era digno de ninguna casa. Sirius y Remus estaban temblando, uno al lado del otro. En el momento que la profesora Macgonagall empezó a nombrar a los estudiantes Sirius y Remus inconscientemente se agarraron con fuerza de la mano. Cuando Remus se dio cuenta de lo que había hecho se sonrojo e intento soltar su mano, pero Sirius entrelazo sus dedos con los de Remus y apretó más su mano sin ni siquiera mirarle, pero con un ligero rubor en sus mejillas. Ambos se calmaron un poco después de aquello hasta que nombraron a Sirius, este apretó más la mano de Remus y lo miro antes de soltarle e ir hacia el sobrero, el cual gracias a Merlín lo puso en gryffindor. Remus jamás olvidaría la sonrisa de Sirius cuando dijeron su casa y tampoco podría olvidar el abrazo que Sirius le dio cuando le pusieron en la misma.

- Fin del flashback.

Durante la cena Harry recibió una carta de Draco que decía que lo vería en la torre de astronomía a las 22:00. Harry sonrió ampliamente al recibir la nota y por la noche se escabullo para ver a Draco. Cuando llego a la torre y vio a Draco corrió hacia él y lo abrazo con fuerza, cuando rompieron el abrazo ambos sonrieron ampliamente.

- Hola Harry - dijo Draco.

- Hola dragón.

- Me encanta que me llames así.

Harry agacho la cabeza ruborizado y volvió a abrazarlo - te he echado de menos - dijo entre sus brazos.

- Y yo a ti, siempre te echo de menos.

Harry y Draco volvieron a mirarse a los ojos y ambos se perdieron en los ojos del otro, Harry abrazo a Draco por el cuello y unió su frente a la de él mientras se mordía el labio ruborizado. Draco sonrió y lo atrajo más hacia el abrazándolo por la cintura.

- Las estrellas se ven más bonitas reflejadas en tus ojos Harry - susurro Draco sin despegarse de Harry.

Harry no pudo evitar agachar la cabeza y morderse el labio completamente ruborizado, lo hacía siempre que Draco le ponía nervioso.

- ¿Podrías ser más perfecto?

- ¿Podrías tu ser más guapo? - Harry mordió su labio con más fuerza - pues eso.

- Que bobo.

- ¿Por cierto estas bien? Me han dicho que te has desmayado en el tren, ¿enserio te has desmayado al ver un dementor?

- No te burles - dijo Harry apartándose de Draco y acercándose a la barandilla que había fuera - sentí algo muy raro cuando ese dementor se acercó, ni sabría cómo definirlo, pero... Fue horrible.

Draco abrazo a Harry y este lo abrazo por la cintura y apoyo la cabeza en su mecho mientras ambos observaban el cielo.

- Mientras yo esté aquí no dejare que ningún dementor te haga daño, ni ningún viejo chiflado - Harry miro a Draco a los ojos - lo prometo.

Harry puso su mano en la mejilla de Draco y beso su otra mejilla antes de volver a la posición de antes y recostar su cabeza en el pecho de Draco, sabía que entre sus brazos nunca le pasaría nada. Aquella noche Harry durmió mejor que en toda su vida, aun sintiendo como Draco lo abrazaba.

Por desgracia Remus no tuvo la misma suerte, su llegada a Hogwarts le había traído demasiados recuerdos, muchos maravillosos, pero otros realmente horribles y dolorosos. Antes de irse Sirius le había dado uno de los espejos de doble sentido que utilizaban él y James en Hogwarts para comunicarse para poder estar en contacto con él, iban a dárselo a Harry cuando fuese más mayor y le hiciera más falta. Sabían que Harry tenia a Draco y a sus amigos en Hogwarts y no necesitaba el espejo, pero Remus y Sirius estaban completamente solos ahora y les hacía más falta. Remus llamo muchas veces a Sirius tras el banquete, pero nunca contesto así que le mando una carta preguntándole como estaba y contándole que tal la llegada. Remus estaba realmente preocupado, era muy raro que Sirius no contestara además esa noche hubo una tormenta y Remus recordaba lo mucho que a Sirius le asustaban desde pequeño, todo por culpa de sus padres.

- Flashback.

Ya llevaban 2 semanas en Hogwarts y aquella noche hubo una gran tormenta, Remus despertó a media noche y vio a Sirius tumbado en su cama, cubierto hasta la cabeza, estaba temblando y se le podía oír susurrar algo. Remus se acercó con sigilo a Sirius, intentando no despertar a nadie.

- Sirius, ¿estás bien? - le pregunto.

Remus toco con delicadeza a Sirius y noto que estaba temblando así que se sentó en la cama con él y lo destapo un poco. Sirius se giró para mirarle y tenía los ojos llorosos.

- Remus, ¿te he despertado? - dijo incorporándose en la cama.

- No es que... ¿Estas bien?

- Si... No soy muy fan de los truenos - de repente un trueno sonó y Sirius inconscientemente abrazo a Remus muerto de miedo - quédate conmigo por favor – la suplico sin pensar.

- Claro, dormiré contigo.

Sirius se ruborizo - gracias – le dijo. Sirius y Remus se tumbaron en la cama y Sirius los cubrió a ambos hasta la camaza con la sabana - tengo malas experiencias con las tormentas y con la oscuridad... - dijo Sirius.

- Yo tampoco soy muy fan de la noche - dijo Remus y Sirius sonrió, de repente se oyó otro trueno y Sirius lo volvió a abrazar, pero esta vez no lo soltó - todos le tenemos miedo a algo, pero siempre es más fácil de llevar si estas con alguien.

- Yo nunca he tenido a nadie, siempre he estado solo...

- Ya no estás solo - dijo Remus - y yo tampoco - era la primera vez que se daba cuenta.

- Quédate siempre.

Remus se ruborizo y abrazo con más fuerza a Sirius y al final ambos se quedaron profundamente dormidos. Aquella fue la primera noche de muchas que pasaron juntos, a partir de ese día cada vez que alguno tenía miedo, se sentía mal o simplemente quería un abrazo dormían juntos, entre abrazos e inocentes besos y caricias. James y Peter bromeaban diciendo que sobraba una cama porque cada vez que se levantaban alguno estaba en la cama del otro, eso sí con una sonrisa en sus labios.

- Fin dle flashback.